Su marido le había insistido tanto en la necesidad de ello que aquella tarde no opuso resistencia y decidió acompañarle. Pero una vez allí no quiso bajar del coche.
-"¿Estás segura de querer quedarte aquí?", preguntó él.
Ella hizo un gesto afirmativo con la cabeza sin ni siquiera mirarle.
-"Está bien, como quieras...Vuelvo en un momento", contestó él con voz muy queda. Se estaba comportando como una chiquilla y le pareció extraño pero, con lo sensible que estaba, mejor no contradecirla.
Mientras ella esperaba allí sola dentro del vehículo, empezó a recordar la cantidad de consejos que le había dado su padre en vida y lo bien que le había ido ponerlos en práctica, pero había algunos que siempre se le habían resistido, a la vez que le martilleaban la cabeza de un tiempo a esta parte: limpiar todos los pensamientos negativos que le rondaban por su loca cabecita, aclarar las confusas ideas respecto a su matrimonio y sacar más brillo a sus cualidades y habilidades para así poder seguir adelante en la vida sin tener que depender de nadie.
-"¿Estás segura de querer quedarte aquí?", preguntó él.
Ella hizo un gesto afirmativo con la cabeza sin ni siquiera mirarle.
-"Está bien, como quieras...Vuelvo en un momento", contestó él con voz muy queda. Se estaba comportando como una chiquilla y le pareció extraño pero, con lo sensible que estaba, mejor no contradecirla.
Mientras ella esperaba allí sola dentro del vehículo, empezó a recordar la cantidad de consejos que le había dado su padre en vida y lo bien que le había ido ponerlos en práctica, pero había algunos que siempre se le habían resistido, a la vez que le martilleaban la cabeza de un tiempo a esta parte: limpiar todos los pensamientos negativos que le rondaban por su loca cabecita, aclarar las confusas ideas respecto a su matrimonio y sacar más brillo a sus cualidades y habilidades para así poder seguir adelante en la vida sin tener que depender de nadie.
Cuando él regresó, viendo que de ella no había ni rastro, con gran perturbación y nerviosismo se apresuró a sacar el coche del túnel de lavado.
No entiendo mucho de microrrelatos pero éste me gusta y tiene un final sorprendente.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Voló!...
ResponderEliminarMe ha encantado tu microrrelato... mantiene la intriga hasta el final, un final abierto y... libre ;)))
Un beso
Ay, Chelo, yo soy de las que me ponen el final en bandeja o no me entero.
ResponderEliminar¿Puede que esa limpieza real, la del coche, y la mental, la de la protagonista, se tradujo en una limpieza total de borrón y cuenta nueva?
Chica, me has dejado descolocada. Hummm, te estás volviendo tú muy ladina. Me gusta ;)
Besos, compañera.
Me ha pasado lo mismo que a paloma, ese final tan limpio me ha dejado algo descolocado ¿Se trata de lo que ha comentado Kirke? pues eso entendí yo también.
ResponderEliminarBesos
Y desapareció, me imagino que se bajaría del coche antes del lavado. Un poco intriga si que tiene. Muy buen Chelo. Un abrazo
ResponderEliminarA mi me pasa un tanto como Paloma, quiero pensar que salió huyendo de su matrimonio y de los consejos de su padre que tanto le atormentaba y por eso no estaba, pero tampoco lo tengo muy claro. Aún así no deja de ser un buen relato. un beso Chelo. TERE.
ResponderEliminarPues lo cierto es que tu final parece que nos deja elegir a los lectores, así que yo elegí que la prota volara hacía otros lugares mucho más felices para ella eligiendo desaparacer entre la espuma y los cepillos del lavacoches.
ResponderEliminarUn beso guapa
Qué bueno, Chelo. Nos quedamos imaginando qué ha podido hacer y a dónde ha podido ir la chica. No hay nada como aclarar ideas confusas sobre cualquier cosa, pero sobre el matrimonio es necesario hacerlo cuanto antes.
ResponderEliminarUn beso.
Pues yo espero que volviera y lo arreglaran. Un beso.
ResponderEliminarA dónde habrá ido? este micro relato da para muchas especulaciones, jeje. Besos
ResponderEliminarSupongo que se fue la mujer. No sé si de la vida del hombre o de dónde él quería llevarla. Me pasa un poco como a Kirke, que me gusta que la acción me la pongan delante y luego las conclusiones sí las sacaría yo. Pero en un micro, por ser tan breve, el lector tiene que imaginarse el final. No soy aficionada a los microrrelatos pero este posee su punto de intriga e interés.
ResponderEliminarUn beso, Chelo.
Parece que el túnel de lavado sirvió para dejar reluciente algo más que el coche, je, je. Un micro con mucho contenido, Chelo, aunque debo decir que lo siento por el pobre marido que se quedó compuesto y sin esposa. Algo no estaría haciendo bien a ojos de ella, sin duda.
ResponderEliminarMe encanta cuando nos cuentas historias con tu particular estilo y enfoque; siempre son originales, con trasfondo y dan que pensar.
¡Un beso grande y feliz comienzo de semana, linda!
Ayyyyy qué bueno, me encanta. Y me ha recordado lo mucho que a mi hermana y a mí nos gustaba quedarnos en el coche mientras lo lavaban,precisamente hoy estuvimos recordándolo.
ResponderEliminarBesos.
Muy, muy bueno. Da para varias interpretaciones. Me gusta para guión de cortometraje.
ResponderEliminarUn abrazo grande.
Vaya, vaya. Eso sí que es un lavado íntegro. Por fuera y por dentro, jaja.
ResponderEliminarMuy buena historia. E intrigante, sin duda. ¿Qué habrá sido de ella?
Un abrazo.
Me ha encantado y me ha hecho reír también ese final con sorpresa. Seguro que habrá quedado muy limpia :-D
ResponderEliminarO sea que la mujer doy esquinazo a su marido ¿no? el relato es tan corto y fino, que creo que no lo he pillado 😔
ResponderEliminarUn besote!
Chelo, parece que es como un acertijo. Yo me inclino a pensar que ella toma la decisión de no depender de nadie, como le había aconsejado su padre y abandona a su marido. Tal vez, cuando piensa en las tareas en el túnel de lavado, hace un paralelo con sus pensamientos y se anima: limpiar, aclarar, sacar más brillo.
ResponderEliminarUn magnífico micro de suspense.
Esperaré que la autora devele la incógnita.
Un beso.
Ariel
Oye, pues espero que aparezca. Que la cantidad de denuncias que se llevan los pobres de los lavaderos por objetos perdidos es enorme :P
ResponderEliminarAmigos, os confieso que no era mi intención plantear un enigma con el relato ya que para mí estaba clarísimo. Pero lo obvio para uno no siempre es tan obvio.
ResponderEliminarOs cuento lo que pensé: ella accede a acompañar a su marido a un sitio que no digo cuál es.
Yo suelo lavar mi coche en esos túneles de lavado en los que me gusta observar el proceso de: limpiar, aclarar y dar brillo de los cepillos y máquinas (no así quedarme dentro del coche, claro).
Pero la protagonista se queda en el interior del mismo.
Al visionar este proceso del que hablo 'refresca' los consejos que su padre le dio (ahora los pondré en negrita en el post para que quede más claro), decidiendo en ese preciso momento ponerlos en práctica. Por lo que cuando el marido vuelve al coche ella ya no está; le ha dejado sin más tras constatar la similitud entre lo que ven sus ojos y lo que venían escuchando sus oídos.
Ariel , lo has 'clavado', y Julia C., Conxita, Josep Mª y Jane Jubilada , casi casi también.
Muchas gracias por vuestras aportaciones:
-mi tocaya Chelo
-Milena
-Kirke
-Francisco
-Mamen
-Tere
-Rosa
-Susana
-Marina
-Ángeles
-Marigem
-Sara O.
-Erika
-Holden
Me ha encantado que os hayáis aventurado a plantear vuestras hipótesis incluso mucho más allá de lo que yo había pensado, porque la verdad es que yo tampoco sé adónde fue la chica (◕‿-)
¡Besos a todos y cada uno de vosotros!.
Yo es lo que imaginé en un primer momento, pero no me veía yo a la protagonista saliendo del coche en pleno proceso de limpieza. más que nada porque los cepillos y los mecanismos en movimiento la hubieran dejado no limpia literalmente hablando sino herida de gravedad por contusiones y frotados, delicados con la chapa pero no con la piel femenina.
EliminarMás besos.
Hombre, en pleno proceso de limpieza no salió del coche. Pero cuesta un segundo esfumarse desde que termina y él debía andar despistado porque ya no la vio.
EliminarDesde luego, no solo limpia hubiera quedado ella de hacerlo como dices, jajaja
Gracias por volver, amigo. Más besos
¡Qué bueno Chelo! He acertado ¡Mi neurona se ha puesto muy contenta!
EliminarGracias de nuevo por regalarnos tu bonito micro!!!!
Un beso.
Ariel
Jajaja, Ariel, yo no soy de las que piensa que los hombres solo tenéis una neurona, que lo sepas.
EliminarGracias a ti por venir de nuevo y mostrarme tu alegría.
Un besazo
Ahora sé por qué no entendí bien el final: yo nunca lavo el coche en un túnel de esos, y no tenía ni idea de que se pudiera salir de ahí dentro, jajaja.
EliminarGracias por la aclaración, Chelo.
Claro, claro, si es que a mí fue el túnel quien me inspiró (qué cosas...), pero te digo que me ha resultado divertido este tipo de entrada en que casi todo han sido especulaciones, partiendo de que a mí me parecía claro desde un principio.
EliminarGracias por venir de nuevo, Kirke, siempre me alegra verte.
Un beso
Hellooooo ;)
ResponderEliminarYo entendí que basándose en los consejos que le dio su padre, decidió dejarse llevar por su corazón y hacer realmente lo que le pedía.
Los túneles de lavado dan mucho para reflexionar guapi, y tu micro también....jjjjj
Me ha enganchado la valentía con la que toma una decisión tan difícil y la lleva a cabo... uffff
Feliz jueves my friend ;D
Besotessss
Así fue, Gema, como reza el título del post decidió seguir esos consejos al pie de la letra.
EliminarTambién considero que hace falta valentía para romper con determinadas cosas, y que las cosas se hacen de otra manera, pero como en la ficción todo es posible...pues de ahí ese abandono tan "exprés" como algunos programas de lavado ;-)
Muchas gracias por tu comentario, pretty.
¡Un beso enorme y que tengas un feliz jueves también!
Muy bueno Chelo, y yo estoy contigo, que no hay que dejar las cosas tan "limpias", borrón y cristal limpio de nuevo y a otra cosa mariposa. Un abrazo
ResponderEliminarCierto, Eme, a veces más vale hacer "borrón y cristales limpios" (como dices) que continuar por simple inercia con unos sucios o empañados.
EliminarMuchas gracias por tu comentario, ¡un besazo!
Me ha encantado micro-relato Chelo, pero mi duda es, ¿tendría un amante oculto y fue la mejor manera de desaparecer? ¿Cual sería la reacción del marido ante lo ocurrido?.
ResponderEliminarUn abrazo.
Qué buenas preguntas, Conchi. Como dije, no me planteé más, pero te voy a ofrecer algunas respuestas: yo no creo que tuviera un amante oculto, lo que tenía "ocultas" eran muchas dudas (como su padre le hacía ver), quizás por el desgaste que había sufrido su matrimonio o por lo que fuera.
EliminarY en cuanto a la reacción del marido, pues perplejidad total porque, a pesar de encontrarla más sensible,no sospechaba nada en absoluto y no es normal desaparecer sin más.
Gracias por tu comentario y tus dudas ;-)
Un abrazo
¡Me ha encantado, Chelo! Me parece una genialidad que desaparezca justo en el túnel de lavado y creo que se entiende todo a la perfección. ¡Gracias por publicarlo y enriquecernos!
ResponderEliminarMuchísimas gracias a ti, Desbordamientos. Se pueden hacer tantos paralelismos en la vida entre las cosas que se sienten y las que miramos día a día (sin realmente ver, a veces), que hasta un túnel de lavado puede ser inspirador ;-)
EliminarUn beso, ¡buen finde!
No es la primera vez que compruebo en mi blog tu aplastante sinceridad para conmigo, Julio D., ¡¡¡¡y me encanta!!!!
ResponderEliminarTe la agradezco de la misma manera que te agradecería una crítica tipo: menuda birria de relato (aunque sé que tienes mucho tacto y lo hubieras dicho con otras palabras. Porque esta cosas ayudan, sin duda.
Pero si digo que me encanta tu comentario es por lo de que dices de que, una vez que el texto sale de nuestras manos, la diversidad de interpretaciones y opiniones es lo que lo enriquece; creo que tienes mucha razón al decirlo.
Intentaré poner al lector en más aprietos, a ver si lo consigo, ¡ah! y me sonrojas con lo de amable.
Gracias, amigo.
¡Un besazo!
"Limpiar, aclarar y sacarle más brillo" Mira por donde el quedarse dentro del coche y ver el procedimiento de limpieza, se hizo la suya propia y tomó una decisión.
ResponderEliminar¡Qué ingenioso, Chelo!
Me ha encantado el desarrollo que has ido haciendo y en pocas palabras una vida nueva.
Un beso enorme, amiga.
Sí, a veces basta ver o escuchar algo para reaccionar ante lo que está ahí latente y no nos atrevemos a 'despertar'.
EliminarMuchas gracias, querida Mila, no sabes cuánto me alegra verte por mi 'casa'.
Un beso muy fuerte.