23/12/2015

Hasta pronto



Mis querids amigs del blog: 

Llegadas estas fechas no me queda más que desearos unos días muy entrañables, a ser posible en familia, con salud y un poco de buen humor. Realmente creo que no hace falta más. 
Y, por supuesto, un inmejorable Año Nuevo.
Quisiera deciros también que no tengo palabras para agradeceros el apoyo que me habéis prestado (y que, verdaderamente, me ha llegado) con vuestros comentarios tan comprensivos en mi anterior post, y siento si a algunos os hice llorar al leerlo. 

 Nos 'vemos' a partir del día 18 de enero. 

He de ausentarme hasta entonces porque tengo que examinarme de un curso de inglés y necesito prepararlo bien para poder ir en 'condiciones' .
Aunque sea por poco tiempo os echaré mucho de menos. Y estoy segura de que volveré con más alegría con la que me voy. 
Un fuerte abrazo a todos y cada uno de vosotros. ( ˘ ³˘)


20/12/2015

Adiós, Dark

Dark, de joven

Esta tarde ha muerto Dark, el perro bretón que véis y que nada tenía que envidiar a los dálmatas. Lo habíamos tenido en la familia durante 16 años y como dato curioso diré que tenía la misma edad que mi sobrina Cristina, hija de mi hermana.

Dark estaba mayor, muy mayor para ser un perro, pero os puedo asegurar que ha vivido todos estos años a cuerpo de rey. Mi padre y mi hermano eran sus 'amos' y ellos se ocupaban de sus vacunas y de mantenerlo limpio siempre. Mi madre, en cambio, le hacía la comida, a su gusto, como si de una persona se tratara.
Vivía en un patio que mis padres tienen debajo de casa, en una casita entre árboles y los cantos de los canarios que mi padre, aún hoy, cría como hobby. 

Se nos escapó dos veces de casa. La primera, cuando todavía era jovenzuelo y tenía más garra; se ve que quería aprender y fue a parar a un colegio, desde donde llamaron a casa al cabo de dos días de su desaparición, gracias a que en su plaquita (donde venía su chip) agregamos el número de teléfono. En esos dos días toda la familia hicimos una 'batida' y lo buscamos como locos por todas partes.

La segunda vez que se escapó aprovechó los, cada vez menores, reflejos de mi padre al guardar el coche en ese mismo patio.
Esta vez, como estaba más viejecito, se desorientó por el centro del pueblo y fue a parar a una boutique, en la que entró aprovechando que tenían la puerta abierta, metiéndose detrás del mostrador. Las amables chicas que la regentaban nos llamaron en seguida. 
Dark, en agosto de 2015

Entonces creí que ya no tendríamos tanta suerte de recuperarlo y me angustié mucho hasta que apareció porque pensaba que ya no sería capaz de buscarse la vida como la vez primera.

En este punto os he de decir que yo le quería a mi manera. Le llamaba "Da-ark", con cancioncilla; le daba galletas cada dos por tres, caricias en la cabecita, y si me sobraba algún bocata siempre siempre pensaba en llevárselo. Él, en cambio, siempre salía cariñoso a recibirme cuando voy a diario a casa de mis padres.

Estos días atrás no quería comer, cosa que a mi padre le preocupaba y que le hacía presentir su inminente final. Y ha sido justo esta tarde cuando he recibido una llamada de mi hermano que estaba buscando un veterinario de guardia porque el pobrecillo estaba mal. 

Me he ido corriendo inmediatamente y lo encontré tendido en medio del patio, le costaba muchísimo respirar. He permanecido una hora agachada a su lado, llorando y acariciándolo. 
Yo no tengo ni idea de si los animales lloran, sé poco sobre ellos, pero os puedo jurar que de sus ojos caían lágrimas que yo le secaba, mientras que las que se deslizaban de mi cara caían sobre él.

La veterinaria ha tardado eso, una hora, y cuando ha venido ha pensado que lo mejor era ponerle directamente una inyección llamada "eutanásica", nada de hacerle padecer más poniéndole un sedante o algo parecido.

Había que moverlo de sitio porque no había mucha luz donde estaba, y lo hemos cogido entre ella, mi hermano y yo. 
Mi padre, el pobre, no podía ni mirar, pues es al que más compañía le ha hecho durante su larga vida. Mi madre permanecía en segunda fila llorando también. Mi hermano no hablaba. Y yo, que en la vida me hubiera visto en esas circunstancias, le he aguantado la cabeza y la patita en la que había que ponerle la inyección. 

Y así se nos ha ido Dark. Si yo, que sé que no deja de ser un animalito, me siento así, me pregunto ¿cómo hace la gente para seguir viviendo cuando se les muere un padre, una madre, un hermano, una pareja...? ¿cómo se quita uno la pena? ¿es que se llega a ir esa pena?

 Dark en 1999, en brazos de mi sobrino. 
Escribo esto en su memoria y confieso que también a modo de desahogo, a ver si me quito la congoja que tengo porque no puedo parar de llorar desde que pasó. 

Como el perro bueno y fiel que ha sido para todos, se merece que hable de él. 
Te quiero Darkito.


14/12/2015

Un dulce detalle

Al igual que os cuento mis 'sinsabores' (los 'no gracias', las 'no disculpas' y demás) os voy a contar algo con mucho sabor, y además, de verdad.

Os he hablado de mi hermana (la que es once meses menor que yo), de mi hermano (el que es padre de los mellizitos de 6 meses), de mis amigos (aquéllos a quienes puedo llamar sin un porqué) y hoy os voy a hablar de mi jefe. Sí, de mi jefe. Los jefes son también personas importantes en la vida de una persona y hay algunos, como el mío, que bien merecen un post.

Os sitúo. Ha sido hoy lunes, ocho menos cinco de la mañana, cuando he entrado en mi despacho, le he visto y, como siempre le he dado los buenos días. 

Haré un breve inciso en este devenir de los hechos para contaros que él es de una localidad castellonense llamada Morella.
No sé si sabéis que recientemente fue elegida el pueblo más bueno y más bello de España y en el que la casa de bombones Ferrero Rocher celebró el viernes su 25 aniversario, siendo en consecuencia también el pueblo más dulce.

Tanto ama él Morella que el viernes cuando ví esto por la televisión (como últimamente tengo memoria de pez) pensé, "que no se me olvide el lunes, sin falta, preguntarle a X (mi jefe) cómo fue el evento".

Y hoy no me he olvidado, y desde el resquicio de la puerta de su despacho (que está, a su vez, dentro del mío) le he preguntado por el tema y hemos charlado un poco sobre ello.

Acto seguido he ido a mi sitio, y he hecho las cosas que integran mi rutina diaria: levantar persianas, colgar abrigo, guardar bolso, encender ordenador...hmmm, es entonces cuando veo algo delante del ordenador... es una cajita, es esta cajita: 

Los bombones son una riquísima tentación a la que, como golosa que soy,  sucumbiré ya he sucumbido, pero esta notita que figura abajo (escrita en el reverso del papel pegado en la tapa), me ha emocionado y endulzado más que todos los 'ferrerosrocher' juntos.
Aunque está en valenciano, no creo que os resulte difícil de entender (y si algo se os escapa os lo traduzco encantada). Como véis, he tapado su nombre para mantener su anonimato.

Yo siempre he tenido suerte con mis jefes, con todos sin excepción, y a él, ya antes de este hecho, que le he agradecido muchísimo, lo consideraba un jefe excelente, tanto tanto como gran hombre, marido, padre, compañero y amigo me consta que es.

Pero hoy quiero que sepáis que, -al igual que Morella-, es bello, bueno y dulce, porque (además de mostrar una enorme humildad considerándome 'compañera'), por el simple hecho de arrimar el hombro en algo que es tarea de todos ha sido capaz de tener un detalle así, y ello me hace escribir aunque no me lea (espero) un enorme

 ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ G R A C I A S !!!!!!!!!!!!! 

 

10/12/2015

"El niño 44"


Este post es el tercero de la Sección Al alimón.

El libro & película en esta ocasión es:
"EL NIÑO 44"

Aquí os dejo la reseña de Kirke de Leer, el remedio del alma.



"En el paraíso no existe el asesinato...
...eso es un invento capitalista".


Este es el lema que inspira esta película, basada en el libro  "Child 44" que en 2008 publicó Tom Rob Smith.
La adaptación cinematográfica se hizo este año y fue a cargo del director sueco Daniel Espinosa, siendo producida por Ridley Scott y protagonizada por Tom Hardy y Noomi Rapace.

En mi opinión Tom Hardy es el absoluto protagonista, encarnando a Leo Stepánovich Demidov quien, en plena URSS de 1953, es un policía y agente de investigación perteneciente al MGB (el aparato de seguridad nacional del estado).

Todo comienza con la muerte del hijo de un amigo en extrañas circunstancias (aunque según la versión oficial fue atropellado por un tren).  

Leo es consciente de que vive en un estado que no quiere ver la realidad y que, en vez de intentar capturar al criminal, decide ocultar el caso. Es por ello que le degradan y expulsan de Moscú, apartándolo de la investigación y enviándolo a Berlín.

Una vez exiliado, visto que siguen apareciendo niños muertos y ayudado por su mujer, Raisa, decide resolver el misterio por su cuenta pretendiendo hacer justicia.

En el ínterin se ve, incluso, obligado a espiar a su propia esposa, que es identificada por supuesta traición a la patria.

Se trata de una película que narra una compleja historia con mucha acción, con escenas de mucha crueldad (en las que, por cierto, me pareció inverosímil que, después de sufrir Leo una paliza de muerte, apareciera en la escena siguiente 'como nuevo', con unos simples rasguños en la cara) y, también quizás, demasiada duración.

Se entremezclan elementos como poder, venganza, miedo (-"¿Por qué huyó?"-"Huí porque me seguían. Cuando te siguen te arrestan. Cuando te arrestan eres culpable"), y hasta un tipo de 'raro' amor, construído bajo el temor y la mentira, entre Leo y Raisa.
Me gusta llegar al alma de cada personaje, y respecto a Leo diré que, aunque parezca un tipo duro, capaz de matar, en mi opinión alberga más sentimientos o, al menos, más auténticos que los de Raisa, a la que percibí como una mujer fría e interesada más en su protección que en su relación.
Como frases que lo evidencian, transcribiré las siguientes:
-"Me casé contigo porque es eso lo que la gente hace, la gente aguanta para poder sobrevivir" (Raisa a Leo).
-"Deberías haberme entregado, para eso están las esposas" (Raisa a Leo).
-"Prefiero pasarme una vida entera en un agujero contigo que pasar un minuto en Moscú sin ti" (Leo a Raisa).
Hay momentos duros, momentos intrigantes y un final realmente interesante y, sobre todo, muy inesperado. 

Tan solo queda averiguar quién fue
 el "Niño 44" y de Leo  decir que fue inicialmente un niño huérfano y finalmente un héroe de guerra.



04/12/2015

"La vida imaginaria"

Título: La vida imaginaria
Autora: Mara Torres
Editorial: Planeta

Sobre la autora: Mara Torres nació en Madrid en septiembre de 1974. Se licenció en Periodismo y cursó estudios de postgrado y doctorado, así como de Literatura Comparada. 

Ha desarrollado su trayectoria profesional en la Cadena SER, De ahí pasó a TVE para presentar La 2 Noticias. 

"La vida imaginaria", finalista del Premio Planeta 2012, es su primera novela.

A modo de 'prólogo' diré que ésta es la primera reseña que hago sobre un libro y que todo lo que voy a escribir de aquí en adelante será sin haber leído ni una crítica ni media, ni siquiera la sinopsis del mismo.
Añadiré que ha sido con este libro con el que he retomado mi placer por la lectura, que tenía un tanto aparcado.

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La protagonista de esta novela es Fortunata Fortuna (en adelante, Nata), una reconocida publicista a quien su novio Alberto (en adelante, Beto) la ha dejado a pesar de prometerle que la iba a querer siempre.

Pero ese 'siempre' a Beto se le hizo largo, y ella (que sigue enamorada de él y, en mi opinión, está enamorada del amor y del estado de estar enamorada) en un principio no le cree; luego ya, ante lo evidente, intenta (hay que ver cómo lo intenta), olvidarse de él por completo. 

En pleno trance de olvido, conoce a un chico que trabaja en su misma oficina y que considera  que puede resultarle de buena ayuda en esa 'misión'.

Es Mauro, de quién inicialmente pocas cosas le gustan. Le lleva (ella a él) a ver películas en versión original y él se queja. Le regala (él a ella) un libro de autoayuda y ella se queja. 

Coincidir en algo, las pocas veces que lo hacen, es más que casualidad, pero ella cree que Mauro, a pesar de ello, puede cubrir ese vacío, ese hueco que la deprime cuando llega a casa y se siente sola.

La historia cuenta con ingredientes de mi agrado (tenéis que saber que yo soy muy romántica): el amor en muchos planos (¿quién no se ve reflejado en ese dolor que produce una ruptura?), la amistad verdadera y bienintencionada (¿quién no tiene amigos que intentan levantar el ánimo?), y la familia (¿quién no ve reflejado a sus propios padres en los de ella, cuando estando enferma, por ejemplo, le llevan comida?).

Cualquiera de nosotros podría ser Nata.

 
Son sus recuerdos los que le impiden seguir adelante, y hasta que no proceda a su borrado como si de un 'reseteo' informático se tratase,  no va conseguir olvidar a quien ella cree el amor de su vida. Me gustó al respecto el siguiente párrafo: "Los recuerdos tienen que estar allí, no aquí (...), solamente nos entorpecen. Pertenecen a quienes nosotros éramos antes pero no somos ahora...".

En mi opinión, es una novela con una historia real como la vida misma, contada con lenguaje coloquial y desenfadado, y de una manera muy ágil. 
Hay frases en las que me ví reflejada y/o con las que estoy de acuerdo:
-"Siete días nuevos por delante y un objetivo: no pensar".
-"Las cosas son más fáciles en la realidad que en el pensamiento".
-"Deberías empezar a ir por la vida a pecho descubierto, con los botones de la piel desabrochados".
-"Me pregunto qué es más verdad, ¿lo que la gente ve por fuera o lo que yo siento por dentro?".
-"Nosotros, qué palabra tan bonita".

Lo que hay de imaginario, título incluído, está solo en la mente de la protagonista. Es su forma de evadirse o lo que le gustaría que sucediera (como cuando oye la voz de Beto dentro del armario o piensa que es capaz de volar en su cama al lado de él).

A me 'enganchó' el querer conocer el desenlace de una historia tan corriente, contada por Nata en primera persona, pero creo que a los amantes de historias con más peso y de otro lenguaje con más enjundia, no les va a 'convencer'. 

Para llegar a 'conectar' con la historia no hace falta más que ponerse en la piel de Nata.
Yo lo hice.