11/11/2019

Vuelvo con "El gran showman"



Lo confieso abiertamente. No sabía cómo volver después de tanto tiempo. Son conocedores de ello mis amigos más cercanos, tanto virtuales como reales. Sin embargo, hace días encontré la manera de la mano de mi sobrina Patri.
Como sus padres estaban de viaje y ella estaba a mi cargo, pensé que estaría bien ir al cine. La idea era ver "Maléfica 2: La maestra del mal".
Sin embargo, cometí un gran error: creía que seguía siendo aquella niñita con la que fui a ver la primera parte (aquí os recuerdo el post). ¿Y qué pasó? Que a punto de comprar las entradas, cuando el chico de la taquilla nos hizo ademán de que nos acercáramos, a menos de un segundo de abrir yo la boca para pedirlas y viendo que su carita era un poema, le pregunté si es que no le apetecía verla. Su respuesta fue: "¿Es que no lo ves? A esta sesión de tarde solo vienen niños". Me quedé chiripitiflaútica pero reaccioné a tiempo, dimos media vuelta y abandonamos el local. 

Salvadas por la campana, lo peor vendría después: qué hacer con una adolescente (ahora lo digo bien) que no sabía qué hacer.
De repente, me asaltó la idea más simple del mundo: irnos a mi casa, buscar alguna película que le gustara entre las miles que su padre me deja compartir en Netflix y hacer palomitas. 
¡Menudo planazo!creí que pensaría.

La cuestión es que aceptó encantada. Tumbada en mi sofá y tapada con la manta hasta el cuello, eligió una que ella ya había visto pero que quería que viese yo, hasta el punto de que cuando me levantaba a por agua o alguna otra cosa me decía: "Tía, tía, corre que te pierdes lo importante" (como la escena de abajo...).
Y yo, obviamente, le obedecía (ojo a este dato). 

Ya sabéis de qué película hablo: "El gran showman"
Se trata de un Biopic de 100 minutos, en forma de musical, sobre Phineas Taylor Barnum, un empresario circense estadounidense que fundó lo que se conoció como "el mayor espectáculo en la tierra". 

Qué sorpresa me llevé cuando vi que el protagonista es uno de mis actores favoritos: el australiano Hugh Jackman. Junto a él aparecen: Zac Efron, Michelle Williams y Rebecca Ferguson.
¡No lo podía creer! Y menos aún sus dotes para el cante y baile.

Buceando en internet descubrí que nació su pasión por estas artes a la edad de 10 años.
También me informé de lo siguiente:
-En 2017, en los Premios Oscar, obtuvo nominación a mejor canción. En los Globos de Oro obtuvo tres nominaciones a la mejor canción original ("This is Me"), así como en los Critics Choice Awards, en que también fue nominada.

Cuando se estrenó la película se ve que no gustó mucho al público pero en las semanas siguientes demostró tener más gancho del esperado, convirtiéndose finalmente en el tercer musical más taquillero de la historia. Tanto es así que el director de la película, Michael Gracey, afirmó: "Cuando una película se convierte en un éxito tan grande como este, es natural que se demande una secuela".


Sublime la actuación de Rebecca Ferguson en el papel de Jenny Lind. 
Hasta dos veces escuché la canción. No os la perdáis, hacédme caso... 



Encuentro lógico que a las personas que no les guste los musicales encuentren la película ligera y sin profundidad, pero es la historia de un "visionario que salió de la nada para crear un fascinante espectáculo que se convirtió en una sensación mundial", alguien que supo convertir en realidad sus sueños a base de dos cosas:  ambición e imaginación.
A propósito de ello, y si no recuerdo mal, en un momento dado el protagonista dice más o menos esto: "Si hay algo peor que tener mucha imaginación es no tener ninguna".

Barnum, su esposa y sus hijas
Está llena de llamativas escenas y cosas asombrosas que no voy a desvelar, pero si algún mensaje he de destacar es este: tan importante es que los niños escuchen a los mayores como que los mayores escuchen a los niños. 

En la película, Barnum atiende la sugerencia de sus hijas y le fue de maravilla. 
Y yo ese día hice lo propio con mi sobrina y gracias a ello ahora estoy aquí después de un tiempo en que perdí, por cosas que no vienen al caso, mi ilusión por todo. 

Intenté ser el motor de mi propio ánimo, ayudándome yo misma (como una vez me sugirieron) con post-its de aliento en la nevera, con frases optimistas en mi teléfono, un viaje y algunas cosas más. Pero no lo conseguía...
Solo de la mano de algun@s buen@s amig@s y con algún que otro empujón (-léase un hecho accidental que podía haber ocasionado que hoy ya no estuviese en este mundo-), he recobrado algunas de mis pasiones, entre ellas, MI BLOG, al que no puedo dejar abandonado ya que el día 22 de este mes es:

¡¡¡Su 7º cumpleaños!!!



Mirad, si hasta Hugh se puso pajarita y smoking para venir a celebrarlo.