È stato un grande viaggio perché è una città meravigliosa
e la compagnia è stata molto piacevole.
e la compagnia è stata molto piacevole.
Supongo que esto no os ha resultado difícil de entender.
Lo que es la climatología estuvo de nuestra parte, ya que hizo sol todos los días, excepto una tarde en la que cayó lo que se dice "agua misericordia". Pero...¿conocéis esa frase que dice "algunas personas sienten la lluvia, otras solo se mojan"? Pues yo, allí especialmente, la sentí. No fue óbice para que paseara con M. y P., las amigas con las que viajé, bajo la inmensa cantidad de arcos que rodean todas las plazas y en los que se encuentran muchas tiendas, cafeterías, restaurantes, galerías...
Callejeamos todo lo que pudimos y más, de punta a punta de la ciudad, cuya panorámica pudimos ver desde las alturas, desde la famosa La Mole Antonelliana que es su principal símbolo arquitectónico. Se llama así porque fue construída (entre 1863 y 1888) por el arquitecto Alessandro Antonelli.
Había mucha cola (-que hicimos bastante entretenidas, por cierto-) para poder subir mediante un ascensor a lo alto de la misma.
Al bajar visitamos el Museo Nazionale del Cinema que está dedicado a la historia del cine italiano e internacional, inaugurado en el año 2000 y que tiene una superficie de 3200 metros cuadrados.
Quedé impactada de todo lo que allí vi, desde el nacimiento del cine hasta la época más reciente. Todo un espectáculo para los sentidos el estar tumbada en unas butacas "chaise longue" que tenían unas orejeras desde las que salía el sonido de las imágenes reflejadas en una pantalla inmensa. Era como un cine gigante con grandes butacas separadas unas de otras.
Cambiando de tercio, que la Sábana Santa (-que la Iglesia nunca ha declarado que sea el verdadero sudario de Jesucristo-) sigue siendo un misterio y la reliquia más valiosa y estudiada del mundo es lo que descubrimos al visitar la Catedral de San Juan Bautista.
El Papa Francisco rezó ante ella durante su visita en 2015 y dijo: "La Sábana Santa atrae hacia el rostro y el cuerpo martirizado de Jesús y, al mismo tiempo, hacia el rostro de cada persona que sufre o es perseguida injustamente. Puede que no sea una reliquia oficial, pero la Iglesia actúa como si lo fuera (...). El semblante tiene los ojos cerrados, es el rostro de un difunto y, sin embargo, nos mira de un modo misterioso y nos habla en el silencio".
Se trata de una pieza de lino de 4,32 metros de longitud y 1,1 de ancho que tiene impresa la parte frontal y la dorsal de un hombre. Ahora un nuevo hallazgo ha concluido que el tejido de la reliquia estuvo en contacto con sangre humana. En concreto, con una persona que fue torturada.
En cuanto al tema de la gastronomía, he de confesar una vez más que la comida italiana es mi favorita y, salvo una noche en que una pizza Mediterránea, en un típico restaurante, nos resultó picante hasta la médula (-ignoramos aún qué ingrediente era el causante de esto-), todo lo que degustamos allí fue exquisito.
Los famosos gelatos Grom, creatos in Italia, con ingredienti di origine naturale, senza aromi, senza coloranti, senza emulsionanti... para una golosa como yo fueron una auténtica delicia, como también lo fue el chocolate típico, llamado Gianduia (tipo Nutella).
Y qué decir de los vermuts. Tomamos varios, pero el más espectacular fue en un local llamado "Farmacia" (con aspecto de tal), en su terracita.
Como no, también probamos "SU" pasta en otro lugar, digamos que muy singular. Y si empleo este calificativo es por lo que os voy a contar.
Era una especie de pequeño y acogedor restaurante, con una zona de aspecto más bien chill out y nosotras tres éramos las únicas clientes del local esa noche.
Al lado de nuestra mesa había un piano, sobre el que reposaba la foto del dueño (de más joven, -pues aún lo era-; yo le reconocí en seguida...) pero en el momento de pedir la cuenta fue cuando llegó el atraco. Qué digo atraco... ¡fue un secuestro en toda regla!
Llegó un hombre regordete, con gafas y poco pelo, que se nos presentó, se sentó al piano y empezó a tocar "Amapola, líndisima amapola..." (-nosotras le hicimos los coros-), siguió con "Angelitos negros", y continuó con "Amor, amor...nació de ti, nació de mí...", y "Colegiala"...y...y... de repente, se saca de una mochila un Cd... (-ingenua de mí creía que nos lo iba a regalar-) y nos dice que le digamos una canción del mismo para que la toque.
Paolo |
Y fue M. quien le señaló una titulada "Je t'aime" (-yo no leía nada entre lo oscuro del local y lo chiquitina de la letra-), y luego me preguntó a mí cómo me llamaba. Se lo dije y me dedicó una titulada "Regard", que nuuuuuunca llegaba a su fin.
M. ya estaba con el pomo de la puerta en la mano, P. aposentada tan tranquila como si estuviera en su casa y yo, a medio camino entre las dos, me di cuenta cómo un único hombre (-que había entrado mientras Paolo tocaba y que parecía asiduo al local-) cogía la carta de los menús con las dos manos y se tapaba la cara. Es que se acercaba el momento apoteósico: el de pedirnos 10 € por el Cd.
Le dijimos (-como supimos y pudimos-) que no, y él insistiendo en que le echáramos alguna moneda en el bote, pero no teníamos ni una (en "nuestro" bote no quedaban). ¡Qué vergüenza, por Dios!
Camarero |
Y en otro que entramos (tanto por lo bonito que resultaba desde el exterior como porque había bastante gente), lo primero que vimos fue a una delgada camarera rubia de espaldas.
Camarera |
Terele Pávez |
La cuestión es que, tras hacer la camarera lo que decimos una "escuchita al oído" al chico que se encontraba tras la barra, nos hizo ademán de seguirla. Fue entonces cuando P. nos susurró al oído: "Creo que de aquí no vamos a salir vivas". Fue surrealista. Nosotras pedimos lo que queríamos cenar y ella sacó lo que le dio la gana (-entre otras cosas, la tabla de embutidos de la foto, con un queso derretido sobre un papel aluminio y que nos quedamos mirando como si fuera una sarta de grillos antes de que nos entrara la risa-).
En fin, que anécdotas tuvimos un montón. Eso por no hablaros de un chico negro guapísimo, guardia jurado de unas perfumerías en las que probamos todo lo habido y por haber con tal de yo hacerle una foto (-ya sé, como las colegialas-).
Jean Pierre y yo |
Y bien, podría seguir hablando de la odisea para llegar al hotel desde el aeropuerto, de la rotura del asa de mi maleta con ella a cuestas, de la habitación del hotel, de su creído recepcionista, de Toni el Juventino (por ser seguidor del Juventus) y del afable taxista que nos llevó de vuelta al aeropuerto.
En resumen, ciudad encantadora y cien por cien recomendable, con encuentros memorables y sus correspondientes anécdotas que no sigo contando por no hacer tan largo este post como el conciertazo privado que nos dio Paolo.
Que bien lo habéis pasado Chelo, Turín como todo Italia, son lugares que no conozco y espero poder ir a visitar. Que bonitas fotos y cuantas anécdotas nos cuentas de este viaje. ¿Era cómodo ese sillón en el cine? yo me habría quedado dormida. Me ha gustado mucho todo lo que nos has contado. Un abrazo.
ResponderEliminarMamen, primero que nada quiero pedir disculpas por tardar tanto en contestar vuestros comentarios. Algún problemilla con la salud de un familiar me ha tenido apartada del blog.
EliminarMuchas gracias por tus palabras, ¿que si eran cómodos los sillones? No he visto en mi vida cosa igual ;-)
Muchos besos.
Vaya aventuras, no conozco la ciudad aunque no descarto visitarla algún día. Un beso
ResponderEliminarAnímate Sunika, te encantará Turín.
EliminarUn beso y gracias por venir.
Vayaaa, qué viaje y qué divertida experiencia en ese lugar entre piano, bruja y sablazo, gracias por compartir estas anécdotas tan divertidas. No conozco Turín, pero como si hubiera vivido tu viaje. Un beso guapa
ResponderEliminarJajaja, gracias, Eme. Ya sabéis que lo que más me gusta es contar lo anecdótico que me sucede, más que la ciudad en sí, que para eso hay buenísimos blogs (como el tuyo, por ejemplo).
EliminarUn besazo.
Vaya viaje más entretenido. Un beso.
ResponderEliminarAsí tal cual lo dices fue, entretenido.
EliminarMuchas gracias, Susana.
Besos
Qué bueno que ya estés de vuelta, Chelo, y qué bueno que lo hayáis pasado tan bien :))
ResponderEliminarPor lo que veo te traes la maleta llena de recuerdos y anécdotas, seguro que también de fotos y algún regalito al que no te has podido resisitir.
Yo nunca he estado en Turín, pero sí en otras partes de Italia y la verdad es que me has traído estupendos recuerdos. Os han pasado cosas de verdad curiosas que contadas con tu habitual buen humor me han hecho sonreir. Vamos, que ha sido una estupenda experiencia, y yo me que me alegro. Gracias por compartirla con nosotros :)
¡¡Un besito enooorme y bienvenida, guapa!!
Muchísimas gracias por tu recibimiento, querida Julia, pero fue volver y ausentarme por una causa importante.
EliminarFotos hice muchísimas, y la verdad es que no compré más que algún detallito porque las nuevas normas de equipaje de Ryanair son más estrictas y no me cabía nada a la vuelta (un horror, con lo que me gusta a mí comprar souvenirs).
Me alegra haberte hecho sonreir, aunque ahora no estoy de tan buen humor, pero poco a poco.
Desde luego, da gusto leer tus comentarios porque son muy reconfortantes y animas a seguir contando cosas.
Un abrazo fuerte.
Hola guapa me has hecho reír con esas anécdotas italianas y esa foto al guardia jurado y eso me hace preguntar ¿qué pasa con los italianos y los guardias jurados negros? He estado unos días también por Italia y mi sorpresa era en que en la mayor parte de las tiendas de lujo tenían a guardias jurados de color. Y ahora al leerte me ha da dado por pensar. Curioso.
ResponderEliminarMe alegra que lo hayas pasado tan bien y que te lleves esas sonrisas.
Un petonet de tornada bonica
Pues no me dí cuenta de lo que comentas, Conxita. Sí es, cuanto menos, curioso. Se ve que yo solo tenía ojillos para ese guardia jurado ;-)
EliminarEspero que tu viaje también haya sido ameno y lo hayas pasado bien.
Gracias por tus palabras siempre tan agradables y amables.
Un beset molt gran.
Vaya viaje más accidentado, Chelo. Eso de pedir una comida y que te traigan lo que les da la gana, ya me ha pasado a mí también. deben de creer que como eres extranjera, no sabes lo que has pedido.
ResponderEliminarDa envidia vuestro viaje tan desenfadado y solo de chicas. Yo nunca he viajado así, solo con amigas. Tiene que ser divertido. Hemos viajado mi madre y yo, pero no es lo mismo, aunque lo pasamos fenomenal porque mi madre puede ser muy divertida.
Un beso.
Eso debe ser, Rosa, que como no nos sabemos explicar nos quieren dar gato por liebre a la hora de comer.
EliminarYo he hecho muchos viajes con amigas, muchos. Y siempre me lo he pasado fenomenal, aunque no niego que los que hago con la familia me encantan.
Un beso muy fuerte.
Un viaje para no olvidar, he disfrutado leyendo tu narración, no conozco Turín, debería decir "tampoco conozco Turín" pues la lista de ciudades que no conozco es mucho, muchisimo mas larga que la lista de ciudades que conozco. Me ha encantado leerlo todo. Abrazos
ResponderEliminarGracias, Ester. Es un placer tener lectoras tan agradables como tú.
EliminarY no creas, mi lista de ciudades desconocida también es muuuuy larga, pero se hace lo que se puede.
Un abrazo.
Hola! No he estado nunca pero se ve muy bonito. Gracias por la crónica.
ResponderEliminarUn saludo!
Es muy bonita la ciudad, Bea. Y gracias a ti por venir y comentar.
EliminarUn beso
Genial tu relato del viaje, lleno de esas anécdotas que convierten los viajes en inolvidables, y así, cuando se regresa a ese mismo lugar nada es igual, aunque ya se conozca.
ResponderEliminarDentro de poco yo también me pondré morada con la gastronomía italiana... ya me relamo de pensarlo.
Por cierto, supongo que el creído Toni de la Juventus tendrá ahora un cabreo... (que se fastidie, por creido).
Un besote y bienvenida (en todos los sentidos).
Tienes razón, las anécdotas hacen los viajes inolvidables.
EliminarAhora mismo te envidio yo a ti, querida compi, porque estarás pasándotelo pipa en Venecia.
Y te aclaro una cosita: Toni (el de la Juventus) no era creído. El "creído" era el recepcionista del hotel. Aquel era un encanto de persona.
Un beso muy grande y gracias por tu bienvenida.
Bienvenida de regreso y mil gracias por esta crónica de viaje tan amena. Veo que disfrutaron mucho y tiene muchas anécdotas del viaje. Me alegro.
ResponderEliminarBesos y feliz fin de semana
Gracias por tus palabras, Myriam. Tú sí eres una experimentada viajera, sí ;-)
EliminarUn beso y me alegro de verte aquí.
Que bueno que te animaste a contarnos de tu viaje Chelo, tan lleno de anécdotas divertidas!
ResponderEliminarBienvenida de vuelta!
Ah, yo siempre hago una crónica del viaje, para vosotros y también para mí (por qué no decirlo). Así cuando lo releeo evoco todas las sensaciones que me provocó el viaje.
EliminarGracias, Soñadora.
Un beso.
Bienvenida de nuevo, querida Chelo.
ResponderEliminarQue placer leer tu maravillosa experiencia tan positiva, no me extraña nada de que quedaras impactada con todo. En las fotos que apareces desde luego se te ve radiante.
Por lo que cuentas debe ser y a lo que aportó a tus sentidos, más las imágenes mostradas a lo que sumo que tengo ganas de conocer Italia, Turín...bueno que decir, me conquistaste para visitar esos lugares, espero que prontito.
Un placer saberte con nosotro/as, amiga.
Besazo con cariño.
Es muy gratificante que te reciban como tú lo haces, solete.
EliminarTienes que visitar Turín, te encantaría (me apuesto lo que quieras).
Agradezco mucho todas tus palabras y tu bienvenida.
Un fuerte abrazo, querida Mila.
Bienvenida Chelo, menudo viaje con anécdotas incluídas y no me equivoco y estarás de acuerdo conmigo en que eso es lo que tienen de bueno los viajes, junto a lo que visitas y la gastronomía, las anécdotas que te traes de él.
ResponderEliminarNo conozco Turín, pero tal y como hablas de él me apetece, si que conozco Roma y Florencia, en fin si alguna vez me toca la lotería o la primitiva jeje, me lo apunto, aunque mi sueño entre otros sitios es ir a Lisboa. Besos. TERE.
¡Totalmente de acuerdo contigo, Tere! Yo también conozco Roma pero exceptuando algunas cosas como la Capilla Sixtina o el Coliseo, como ciudad me gustó más Turín. Es más bonita en general.
EliminarEn Lisboa he estado, precisamente con las mismas amigas y otra más, y también guardo un grato recuerdo (y muchas anécdotas).
Un beso, linda.
Qué placer es viajar, ¿verdad?
ResponderEliminarItalia es uno de mis eternos destinos pendientes. Qué ganas de comer gelato, visitar cines con butacas especiales y vivir experiencias que quedan para la memoria.
Me alegro de que lo disfrutases.
Un besote.
Pues ya tardas, Sofia. Italia te espera con los brazos abiertos ;-)
EliminarAy, esos gelatos...No tienen parangón.
Un beso y gracias por tu comentario.
¡¡¡Qué viaje tan divertido, Chelo!!! Bienvenida de vuelta! Yo no conozco Turín, pero sí Venecia y Alessandria. Me fascinaron ambas ciudades, y la comida... ¡también es mi favorita! Yo no le hubiera hecho ascos a esa pizza picante, también me encantan.
ResponderEliminarMe alegra que te lo hayas pasado tan bien y también me alegra estar de vuelta e ir reencontrándome poco a poco con mi gente favorita.
Un beso enorme
Me ha dado una inmensa alegría saberte de nuevo entre nosotros, Chari. ¡Ya era hora!
EliminarA mí la pizza picante no es que me disgustara, pero no sabíamos qué diantre era lo que la hacía así.
Gracias por haber venido e incluirme entre tu gente favorita. El sentimiento es mutuo.
Un beso
¡Buen escape, Chelo! Daría gusto veros en esa perfumería con el guardia jurado, je, je, je... Me ha llamado la atención la Sábana Santa, debe sobrecoger poder verla tan de cerca. Con independencia de su origen es de esos iconos que nos han acompañado desde la niñez. Un abrazo!!
ResponderEliminar¡Qué bien que aludas a lo de la Sábana Santa! Sí, impresiona, sea auténtica o no.
EliminarEs de lo más característico de la ciudad.
Y qué te voy a contar del guardia jurado...Pues que las risas estuvieron aseguradas y aún nos duran cuando lo rememoramos.
Un abrazo, David.
De Italia solo he visitado, y en dos ocasiones, Roma, Florencia y Venecia, en plan turista, y muy por encima Milán, aprovechando uno de mis viajes por trabajo. Italia me encanta, no así los italianos, son unos pesados, aunque a las mujeres os encandilan, jajaja.
ResponderEliminarMe ha gustado este pequeño periplo al que nos has invitado por Turín.
Un abrazo.
Jajaja, que gracia me has hecho Josep Mª. Yo creo que algo tiene que ver el acento tan meloso y cantarín que tienen los italianos.
EliminarHas visitado "mucha Italia", ¿eh? Qué bien.
Un abrazo y gracias por tus palabras.
Turín lo tengo pendiente desde hace mucho tiempo, la verdad es que me apunto a lo que haga falta, para que nos vamos a engañar.
ResponderEliminarNo es por nada pero da un poco de miedo la señora del bar, yo no tendría muy claro si comerme lo que os fue trayendo y menos sabiendo que no era lo que le pedíais, eso es rebeldía si señor! jajajaja
La verdad es que estas cosas son las que acaban quedando para el recuerdo.
Me alegra que lo pasarais tan bien.
Un beso!!
¡Hola Zhura! Me alegra verte de nuevo.
EliminarLa señora del restaurante (la doble de Terele Pávez) era muy pero que muy peculiar.
No creas que comimos con mucha confianza pues pensábamos que había gato encerrado (dicho esto así, suena hasta mal, jajaja).
Un beso y hasta pronto
Muchas gracias por el piropo, Julio D. (así me lo tomo, ¡ea!).
ResponderEliminarTienes razón, se sonríe de otra forma cuando te sientes bien. Lástima que no me haya durado mucho (como dices) esa alegría.
Un beso
Me alegra un montón que te lo hayas pasado tan bien Chelo y tus anécdotas son de pura aventura y muy divertidas.
ResponderEliminarAbrazos de Espíritu sin Nombre.
Muchas gracias, Conchi. Eres un encanto.
EliminarMuchos besos.
ay Chelo! que decir de todas las maravillas que nos muestras, que elegir, que pensar, que suertuda!!!!!!gracias infinitas por tu trabajo exhaustivo(despues de semejante paseo hay que trabajar , niña!) abrazosbuhos.
ResponderEliminarHola, Buhítas. Siempre sois muy efusivas en vuestros comentarios, así que soy yo quien os da las gracias por venir.
Eliminar¡Y tanto que hay que trabajar! ;-)
Besos
¡Chelo, qué viaje tan maravilloso! Muchísimas gracias por compartirlo con todos nosotros, es un lujo poder leer tu crónica. Jo, yo soy muy fan de la sábana santa y me parece alucinante que la hayas podido ver en vivo y en directo. ¿Es tan impactante como parece? ¡Un besazo enorme!
ResponderEliminar¡Hola D.P.! Gracias a ti por leerme y darme tu opinión sobre la crónica.
EliminarLa palabra que has empleado ("impactante") es la que mejor define a la Sábana Santa. Estar enfrente de ella transmite esa sensación de la que hablaba el Papa y reflejé en el post (sea cierto o no): de alguien que ha sido torturado, y ante cualquier tipo de sufrimiento hay que ser muy insensible para no conmoverse.
Te devuelvo un besazo igual de enorme.