15/11/2016

La culpa (2ª parte)



Siguiendo con la segunda sesión de la charla-coloquio de Laura Rojas-Marcos sobre la culpa, a raíz de su libro "El sentimiento de culpa" (en este post, podéis leer la primera), diré que:

-Tangencialmente habló del sexo, que considera que es fuente de culpa también. No cree que siempre vaya vinculado a la religión, porque entonces sería fácil echar a ésta la culpa. Las más de las veces la culpa en este campo va ligada a valores morales o éticos.
Puso el ejemplo de parejas que llevan más de veinte años juntas y se ruborizan cuando se les pregunta por el tema pues hay un componente de vergüenza, que ella, Laura, observa más en las mujeres que en los hombres.
La experta aconseja tratar de erradicar culpas, ya que no tienen ningún sentido; siempre, claro está, que el sexo sea sano y respetuoso.

-Reflexionó sobre el amor. Hay muchos tipos de amor, dijo, y le gusta categorizarlo como "positivo y constructivo". 
"Amor es aquéllo que acaricia nuestras debilidades", sentenció, en contraposición al amor perverso, que considera un falso amor (por ejemplo, en los supuestos de acoso) y del que hay que huir.
Además, cree que el mundo está lleno de personas encantadoras pero manipuladoras, que normalmente gozan de personalidad narcisista y que se creen con el derecho de "hacer y deshacer" sin tener en cuenta los sentimientos de la otra persona.

-Y otro punto que trató fue el del final de la vida. Cree que, muchas veces, "hay tal autoexigencia que uno pretende hasta prevenir sucesos", cosa que no es posible. 
Afirmó que la culpa forma parte del duelo (duelo por el final de una vida o por el final de alguna otra cosa) y que es en esos momentos duros cuando surgen muchas preguntas, salen temas no resueltos y aparece la tiranía de los "deberías". 
Si se cae en esta tiranía, entran en conflicto el "yo ideal" y el "yo real", por no haber cumplido las expectativas deseadas. Según ella, hay muchas personas que viven permanentemente en ella.
Contó el caso de una chica que llevaba tiempo sin hablarse con su madre (no ahondó en los motivos) y, de repente, resulta que ésta muere. Laura contó de una manera que hasta se podía sentir el agobio, que a la chica se le quedó "encallada" la muerte de su madre hasta el punto de oprimirle el pecho y no poder digerir debidamente el trance, precisamente por el tema de la culpa. 

Considera, pues, que es fundamental la educación en las emociones. Es sano hablar de lo que sentimos, eso sí, siempre buscando el momento y evitando hacerlo "sin filtro", matizó.

En este punto, el periodista que le acompañaba le preguntó: "ser feliz no puede ser tan complejo, ¿no, Laura?, y ella, sonriendo, contestó: "bueno, Alfredo, tirado no está"

Y se explayó diciendo que se pueden tomar decisiones respecto a la felicidad, como fijarse más en las cosas positivas que tiene la vida, ser realista y decidir dónde poner la energía ("mi energía", subrayó).
Opina algo que, a mí particularmente, me sorprendió y es que, según ella, si las cosas que no nos gustan de nosotros mismos nos las dijeran otros, "acabarían en la cárcel". Obviamente exageraba, pero creo que tiene su parte de razón.
En definitiva, cree que es muy importante la manera que tenemos de tratarnos a nosotros mismos porque, si es negativa, no nos dejará ser felices.

Contó en primera persona que cuando, después de un día complicado, se mete en la cama intenta pensar 5 cosas positivas que le haya deparado el día...y que, muchas veces, le cuesta encontrarlas.
Pero está convencida de que, si se acaba el día así, pensando en cosas positivas, al día siguiente uno se siente mejor. 

Es más, contó que en ocasiones va bien hacerse una pregunta antes de quedarse dormidos, ya que al día siguiente uno encuentra la respuesta. ¿Probamos?☺ En el siguiente y último post podemos retomar el tema.

“Si te ocupas de ti mismo, esto redundará en un mayor bienestar personal y con ello en un mejor trato hacia quienes cuidas”.                             Laura Rojas-Marcos



34 comentarios:

  1. Cierto que existen personas manipuladoras que se creen con todo el derecho de entrometerse en la vida de los demás y "aconsejarles" como deben hacer las cosas. Lo digo porque he conocido a muchas personas que actúan de este modo y encima si les llamas la atención se suelen hacer las víctimas.

    También es verdad que existe bastante susceptibilidad respecto a aceptar nuestras debilidades o defectos, de modo que como Laura dice "otros acabarían en la cárcel".

    Probaré a hacerme una pregunta antes de dormirme y comprobar la respuesta al día siguiente.

    Otra estupenda entrada para nuestro crecimiento personal y una mejor calidad de vida. Mil gracias, querida amiga, Chelo, por compartir estas interesantes publicaciones y dejarme tu huella en mi blog.

    Muchos besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es cierto, Estrella. Y, lo que es peor, luego esas personas pasan de hacerse las víctimas a ser verdugos. Y siempre uno, al menos, acaba sufriendo. Está claro que hablamos de relaciones que calificábamos como "tóxicas" en el anterior post.

      Por otro lado, somos capaces de alabar hasta la lisonja a los demás, pero a nosotros mismos no. Antes nos decimos "si es que soy un desastre" que "qué bien lo he hecho". En cambio, cuando son los demás quienes nos dicen que somos "un desastre" se nos llevan los demonios.
      Hay que quererse más. Eso es parte del mensaje de Laura Rojas-Marcos y que constituye la esencia de este segundo post.

      Gracias a ti por tu comentario tan reflexivo, y te digo una vez más que me encanta visitar tu blog.

      ¡Ah! y prueba prueba con hacerte una pregunta, pero que no sea muy difícil, amiga ;-)

      Un beso enorme

      Eliminar
  2. Chelo, que bueno que cuentes esta experiencia sobre la culpa. Creo que es de suma importancia conocer hasta donde se extiende esta para poder sentir el duelo del que hablas. Hay que ser conscientes.

    No puedo estar más de acuerdo con lo que expones de la entrevista, y lo de la energía, tendríamos que saber a donde la colocamos para no sentirnos luego atenazados por la culpa o la negatividad.

    Lo de hacerse la pregunta al irse a dormir, he oído al respecto que es cierto que se trae la respuesta del sueño. Lo provaremos.

    Gracias, amiga, tocaste un tema que me encanta.
    Un montón de besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por tu comentario, querida Mila, está repleto de vitaminas para el alma.

      Cierto lo que dices del duelo porque si al dolor que provoca una pérdida le añadimos sensación de culpa, ello lleva a un calvario. Por eso hay que valorar ésta última en su justa medida.
      Y en cuanto a la energía, sin darnos cuenta la gastamos muchas veces en cosas que no la requieren. Hay que emplearse en fondo en las que sí la merecen.

      Me gusta mucho que te agrade el tema, porque así podemos compartir profundos pensamientos.

      ¡Miles de besos!

      Eliminar
  3. Totalmente de acuerdo! No solo los niños tienen que trabajar las emociones, muchos adultos también.

    Un saludo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ay Anabel, de otra forma nos iría :) porque la madurez emocional no tiene nada que ver con la edad ni cronológica ni biológica.
      Gracias por tu comentario, un beso.

      Eliminar
  4. Es realmente interesante, que bien que lo podamos leer. Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, Ester. A mí me lo parece y me alegra leer que a ti también. El día de la charla te puedo asegurar que el interés de las personas era máximo, por la atención prestada y las preguntas planteadas.
      Un beso

      Eliminar
  5. Hola estupenda entrada.

    He llegado a tu blog a través de la iniciativa Seamos seguidores, y ya te sigo, me encantaría que tú lo hicieras también. Como no encontré una entrada específica para ello te dejo el comentario aquí, espero que no te moleste.

    Te dejo la dire del blog por si hubiese alguien más interesado en conocerlo.

    https://bibliotecariarecomienda.blogspot.com.es/2016/10/iniciativa-seamos-seguidores.html

    Saludos!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por tus palabras.
      Para nada me ha molestado tu comentario y, por supuesto, visitaré tu blog.
      Un saludo

      Eliminar
  6. Siempre he pensado que la felicidad tiene un componente genético. Aparte de asuntos objetivos que te pueden hacer desgraciado, hay gente que, teniéndolo todo a favor, es incapaz de ser feliz. Conozco varias personas así.
    La desgracia nos puede caer del cielo, pero la felicidad hay que buscarla y ganarla cada día.
    Muy bueno e interesante tu post, Chelo. Me quedo a la espera del siguiente.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Rosa, me has hecho pensar en ese componente genético que tiene la felicidad y, tal vez, sea así.
      Es verdad que muchas personas nunca están contentas con lo que tienen (yo también conozco algunas), personas que siempre andan en busca de algo mejor y, quizás, ya lo tienen enfrente pero no lo saben valorar.
      Y esto sí es un problema, porque nunca se van a conformar con lo que encuentren.

      En mi opinión, poner la "energía" en pensar lo que a uno le falta hace a las personas desdichadas.

      Gracias por tus palabras, amiga, ¡un beso enorme!

      Eliminar
  7. Hola!!!! Qué buen post!!!!
    Respecto al duelo...ufffff, qué complicado. Cuando murió mi padre, de repente y con el que tenía una muy muy buena relación la culpa me oprimía el pecho como a Laura, pero no culpa por haberme portado mal con él o algo así sino por no haberlo evitado(ya lo sé, no era posible pero en esos momentos me volvía loca) y hablando con médicos y amigos, con mucho cuidado de mi pareja y despacito eso se supera, pero requiere tiempo.
    Respecto a ser feliz, si se puede, yo tengo una pena enorme a día de hoy por lo de mi padre, pero soy feliz, y desde hace años, antes de dormir, siempre pienso en las cosas buenas que me han pasado, y a final de mes hago mis I`m Currently loving, buscar lo bueno nos ayuda a encontrar la felicidad, y eso no quiere decir vivir en una nube ignorando lo malo, pero hay que buscar lo bueno.
    Un besito y un post genial.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Así es, Gema, hay que buscar lo bueno. Yo sigo un consejo de mi abuela que, con casi 94 años, me viene dando toda la vida y es "rato que puedas pasar bueno, no lo dejes escapar" (qué sabia es mi abuela).
      A veces esos momentos surgen sin esperarlos, otras veces hay que buscarlos. Es lo que tú vienes a decir con buscar lo bueno, cosa que me parece fantástica, y más aún que pienses en ellos antes de dormir, como recomendaba Laura.

      En cuanto al duelo, siento y a la vez te agradezco lo que cuentas respecto a tu padre. Ya lo dice la palabra que es una fase de dolor y, como dijo también ella, la culpa forma parte del mismo.
      No hay que dejar que tome mucho protagonismo y así, con el tiempo, acabará desapareciendo o, al menos, difuminándose.

      Muchas gracias por la generosidad de tu comentario, ¡un abrazo, Gema!

      Eliminar
  8. Sabios consejos que no siempre resultan fáciles de poner en práctica. Es cuestión de perseverancia y de intentar modificar nuestras conductas erróneas, esas que no nos dejan ser felices, como el hecho de recriminarnos cosas que ya no tienen vuelta atrás.
    También es crucial mantener la autoestima alta, sin llegar a la petulancia, de forma que no podamos caer en las garras de los manipuladores y de personas que parecen alimentarse de la energía positiva de los demás.
    Si al acostarme tuviera que enumerar cinco cosas de las que me siento orgulloso o satisfecho, creo que me entraría insomnio, jajaja
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jajaja, qué buen humor tienes, Josep Mª. Te diré que yo lo he intentado y me he dormido (en el intento de búsqueda).

      Hablando en serio, tienes toda la razón. Tenemos conductas muy arraigadas que resultan de imposible corrección, pero tampoco son tan difíciles de adoptar otras que nos permitirían ser más felices.
      Lo que ocurre es que nos olvidamos rápidamente de adoptarlas y "volvemos a las andadas". De ahí la importancia de perseverar, como bien dices.

      Respecto a la autoestima, yo también creo que quererse mucho es un seguro de felicidad y un buen escudo para defenderse de determinadas personas.

      Muchas muchas gracias por tu aportación, ¡un beso!

      Eliminar
  9. Hola Chelo, muy interesante tu segundo post sobre la culpa. Son temas que me encantan, como bien te comenté en el otro post..te ayudan a reflexlonar y eso ayvda a corregir esos errores fatales que son el sentirse culpable, mientras el resto esta tan pancho, ya que es una persona tóxica. Hay que saber diferenciar y tener nuestro "wifi" bien afildado, para saber distinguir a esas personas tóxicas! Que curiosamente incluso pueden ser personas que queremos mucho!
    Con eso no quiero decir que tengamos que ir desconfiando de todo el mundo y sólo preocuparse de uno mismo, sino si hay algo que nos hace sentir mal por parte de otras personas y no va a haber un cambio...te alejas y lo justo el estar con él o ella.
    Te recomiendo un libro que me encantó! Ahora yo... es del Dr. Mario Alonso Puig.
    Besos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Qué acertada estás siempre en tus comentarios, Gema.
      Todos tenemos nuestros defectos y, cuando se trata de amigos, pues muchas veces te aguantas porque ellos también nos aguantan. Ahora bien, de ahí a que te "chupen la energía" pues no, más vale tomar distancia sin llegar a herir sentimientos de nadie.

      Tomo nota del libro que me dices. Si tú me lo recomiendas seguro que me gusta.

      ¡Un beset, floreta!

      Eliminar
  10. Estoy de acuerdo que a veces somos nosotros mismos quienes nos juzgamos con más dureza, pero creo que la autocomplacencia (sería el extremo opuesto) tampoco es buena, depara muchas decepciones.
    Intentaré pensar esas cinco cosas positivas antes de dormir, aunque yo en cuanto toco la cama me duermo como un tronco, ¿será que siento poca culpa? ;)
    Estupendo post, Chelo. Vuelvo a tener envidia (ay, la maldita envidia) de tu encuentro con esa estupenda psicóloga.
    Un beso grande.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Exacto, somos nuestros mejores (y peores, también) jueces; demasiado estrictos con nosotros mismos y muy indulgentes (la mayoría de las veces) con los demás. Esto último tampoco es que me parezca mal porque, de lo contrario, iríamos por la vida ganando enemigos.

      Seguro que tienes claras las cosas que no son culpa tuya, por eso te duermes (te diré que yo no he conseguido aún pensar en esas cinco cosas positivas).

      Y habíamos quedado en que no era envidia, guapa. Ahora bien, cuando te enteres a quién voy a ver esta semana...

      ¡Un beso enorme, compi! Disfruta mucho el fin de semana

      Eliminar
  11. Hola Chelo, me ha gustado la manera en que has resumido la entrada y los aspectos en los que has puesto el énfasis.

    Creo sin ninguna duda que somos muy críticos con nosotros mismos, mucho, somo nuestro peor enemigo y es importante darnos tregua, no castigarnos tanto como a veces hacemos, aplicar la comprensión que dedicamos a otros también a nosotros mismos.
    Estoy con Laura en que es importante pararnos y pensar en cosas positivas que nos han pasado porque eso hace que nos alejemos de la queja y aprendemos a buscar aquellas pequeñas o grandes cosas que nos hacen felices y a reconocer lo bueno que tenemos a nuestro alrededor que no tienen que ser grandes cosas, aprender a valorar esos detalles nos hace estar mejor con nosotros mismos.

    Yo aplicaría aquello que dice Mafalda que es una de mis filósofas favoritas Comienza el día con una sonrisa y verás lo divertido que es ir desentonando con todo el mundo y cuando uno se aplica, ve que todo es más fácil con una sonrisa.

    Un beso guapísima

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, Conxita. Estoy de acuerdo contigo al cien por cien. Si focalizamos nuestra energía en cosas positivas (que no es preciso que sean grandes cosas), como bien dices nos alejamos de la queja, de la culpa, de los pensamientos negativos que suelen ser recurrentes, y eso da al menos a uno mismo sensación de bienestar y de paz interior.

      Me encanta esa frase de Mafalda que, la verdad sea dicha, no mucha gente practica. A veces me quedo extrañada y sorprendida cuando veo o escucho a personas que, desde primera hora de la mañana, llevan la sonrisa puesta y te tratan amablemente, ¡es cierto que desentonan pero para bien! ;-)

      ¡Un beso enorme Conxita!

      Eliminar
  12. Si el primer post sobre la charla me resultó interesante, este no se queda atrás :))

    Hay una frase sobre el amor que tú has transcrito de su conferencia y que me ha cautivado: "Amor es aquéllo que acaricia nuestras debilidades". Con tu permiso y el de Laura me la quedo, no se me ocurre una forma más bonita de definirlo.

    Yo creo que la muerte, por lo que tiene de final irreversible, plantea muchas cuestiones en relación a la culpa. Es como el fin de las oportunidades, cuando ya no hay vuelta atrás ni ocasión de rectificar ni para con nosotros ni para con los demás. Creo que ella aborda el tema de una forma muy inteligente.

    Y también me ha llamado la atención el hincapié que hace en la importancia de tratarnos bien a nosotros mismos. A veces entendemos mal la generosidad autoexcluyéndonos de ella, y eso es un error que siempre trae consecuencias.

    En fin, qué decirte, querida Chelo. Tu entrada no tiene desperdicio, me ha gustado muchísimo. Me llevo a la cama algunas cuestiones para meditarlas :))

    ¡Besitos nocturnos, linda!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A mí la frase de Laura que tú transcribes también me pareció la mejor definición del amor, porque es precisamente de las debilidades de donde surgen las fisuras en las relaciones.
      Y algo que tú dices me ha hecho reflexionar: lo de que la muerte es el fin de las oportunidades. Creemos (creo) que el tiempo es eterno y que éstas, la oportunidades, infinitas, y cuán equivocados estamos (estoy) muchas veces desperdiciándolas cuando nos salen al paso o simplemente no buscándolas.
      Lo de tratarnos de forma generosa hace falta interiorizarlo bastante porque no somos del todo conscientes de lo mucho que nos puede ayudar.

      Me encanta que te haya gustado el post, querida Julia. Con "oyentes" como tú, da gusto "dar" estas charlas ;-)

      Te envío un abrazo muy fuerte, ¡feliz tarde!

      Eliminar
  13. Creo que estás sintetizando muy bien la charla a la que asististe, regalándonos de paso unas cuantas perlas que bien utilizadas nos servirán para administrar nuestra personal búsqueda de la felicidad.
    Creo humildemente que esta hay que buscarla en cada instante, aunque este nos parezca horrible. Pues quizá, agazapada nos esté esperando escondida para ser descubierta.
    Ya estoy esperando la tercera parte amiga.
    Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Qué bien que opines así, Francisco, y que las reflexiones te parezcan útiles me deja muy satisfecha.
      Yo también pienso como tú, que la felicidad no es algo grande e inalcanzable. Pensar esto ya es, de por sí, un handicap para encontrarla.
      Pero de poco sirve también pensar que se encuentra en las cosas pequeñas si no se tiene la capacidad de disfrute de las mismas.
      Me consta que tú, amigo, tienes el 'don' de encontrarla en las pequeñeces.

      ¡Un beso enorme!

      Eliminar
  14. Totalmente de acuerdo, Chelo. Completa muy bien lo que expusiste el otro día. Me ha proporcionado algunas ideas valiosas. La historia de la culpa que cuentas de esa chica es muy dura y muy normal que ocurra. Supongo que la pobre tendrá una tarea muy difícil para dejarla atrás. Muchas gracias, Chelo. Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por tus palabras, Ángeles. Me gusta que hagas mención a la historia de culpa de aquella chica porque a mí me puso el vello de punta cómo lo contó Laura.
      Hizo sentir congoja a todo el público con una experiencia que no es rara para nada pues, a veces, surgen 'diferencias' familiares que son reconciliables, claro, si están todas las partes presentes. El problema es cuando la otra parte no está.
      Mejor que no tengamos que pasar por ello.

      Un beso

      Eliminar
  15. Supongo que puede tener mucha razón, en especial con esta última frase que pones como colofón: ahí es que lo borda :D En fin, yo es que hago de cuidarme y de quererme el dogma de mi vida, así que entiendo a esta mujer. Y pienso que tengo el rollo de la culpabilidad más que superado, de verdad lo digo ^^

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me maravilla tu comentario, amigo Holden. Que el dogma de tu vida sea cuidarte y quererte, y que tengas el tema de la culpabilidad más que superado, es digno de un aplauso. Gracias por esta pequeña confesión.
      En compensación te diré que yo el tema de la culpabilidad lo voy llevando mejor cada día que pasa. Antes tenía esa tendencia a responsabilizarme de cosas que ni me iban ni me venían, y ahora soy más "selectiva" en este aspecto ;-)
      ¡Un beso!

      Eliminar
  16. Muy interesante, Chelo. Se ve el auditorio a reventar y no me extraña. Estoy de acuerdo en la necesidad de educar nuestras emociones. Hay apuntes muy valiosos, me parece un buen ejercicio pensar en lo positivo que nos ha pasado a lo largo del día antes de irnos a la cama, es como un ejercicio para fortalecer la autoestima, tan necesaria. Me quedo a la espera de la tercera parte.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí, el auditorio estaba al completo y me das pie a decir que, incluso, había una sala anexa con pantallas de televisión para que la gente pudiera seguir la charla.

      La autoestima es así. Se alimenta de comentarios positivos y para que crezca hay que proporcionárselos, tan simple como eso.

      Me alegra que te haya parecido interesante, Gerardo. Te espero en la última parte.

      Un beso

      Eliminar
  17. Cuanto me hubiera gustado asistir a estas charlas porque se aprende mucho y sirven también de mucho, sobre todo para no cometer errores con nosotro smismos y poder también ayudar a los demás no crees?
    La culpa es un tema muy peliagudo, porque muchas veces esa culpa no es nuestra e sla que nos inculcan con frases o acciones desde pequeños y entonces esa culpa cuesta muchas veces quitársela de encima, esa quizá sea la mas difícil pero con el tiempo y una caña una aprende que nada es tan negativo y todo tiene arreglo, como decía mi padre todo tiene solución menos la muerte, de modo que los años te enseñan que hay que intentar ver todo lo mas positiva mente posible y no sentirse culpable, porque teniendo sentimiento de culpa que ganas ? nada atormentarte tontamente, de modo que es mejor dejar la culpa a un lado e intentar poner todo lo positivo en aquello que queramos emprender en nuestra vida, que luego salen las cosas distintas a como las pensamos pues se cambia y ya esta o al menos se intenta.
    Gracias por aportarnos una charla tan interesante Chelo, espero la tercera parte. un beso. TERE.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Y tanto que lo creo, Tere. La culpa hay que sacudírsela de encima cuando no es 'real' porque, en el peor de los casos, como dices, nada es tan grave como para no poderse reparar.
      A veces hace falta tiempo, a veces hacen falta ganas.
      Y para eso existe el perdón, ¿no? y de éste va la última parte en la que te espero también porque me ha gustado mucho tu comentario (y te he de dar la razón en que mucha 'culpa' nos la inculcan con frases desde pequeños).

      Espero que sigas recuperándote favorablemente, Tere, ¡te mando un abrazo muy fuerte!

      Eliminar

♥ Tu opinión (me) importa ♥