Se había comprometido consigo misma a ser feliz, a cuidarse, respetarse y amarse todos los días de su vida hasta que la muerte la separase de ella.
Eso le otorgaba cierto carisma a los ojos de los demás porque mientras estos se dedicaban a lidiar con sus quehaceres domésticos y al cuidado de sus hijos, veían que ella tenía tiempo no solo para trabajar sino también para viajar, ir de tiendas y gastar en caprichos e ir a fiestas en las que podía conocer a personas que le enriquecían intelectualmente.
Por supuesto, siempre luciendo sus mejores atuendos y haciendo gala del delicioso don de gentes con que la naturaleza la había dotado.
La envolvía, por añadidura, un halo de misterio que muchas mujeres (y hombres también) envidiaban en secreto.
Pero ella, todas las noches al acostarse analizaba su jornada y, pese a darse cuenta de que no seguía la corriente de nadie ni comulgaba con "dimes y diretes" (como hacían, generalmente, todos sus compañeros, amigos, vecinos y familiares), había una cosa que la desvelaba hasta que, tras barajar todas las posibilidades a su alcance, tomó la decisión que le pareció más adecuada y que sus allegados consideraban poco menos que constitutiva de delito, dada la libertad de que disponía: ingresar a sus padres en una residencia geriátrica debido a los males que les aquejaban.
Los cuidados que ellos necesitaban y merecían los podía prestar sin ningún tipo de dificultad el personal especializado del centro (sanitarios, fisioterapeutas...), pero lo que nadie podía darles es lo más grande que ella tenía y que volcaba en ellos a diario: el amor con el que se llenaba haciendo continuamente lo que le placía.
279 palabras
Reto de la Comunidad Relatos Compulsivos:
Palabras a emplear: "carisma", "añadidura" y "constitutivo" (propuestas por el anterior ganador, el compañero Francisco Moroz).
¡He obtenido el 2º puesto!
Este es el bonito póster que Sue,
organizadora de la Comunidad,
ha elaborado para mí:
No hay nada mejor que quererse a una misma y ser ajena a dimes y diretes. Yo, lo segundo, lo cumplo a rajatabla y me siento privilegiada por ello, sobre todo en un lugar pequeño como en el que vivo. Respecto a lo primero... Se hace lo que se puede, pero más bien poco.
ResponderEliminarAhora bien, difícil situación la que acontece en nuestras vidas en el momento en el que nuestros padres se hacen mayores. A veces es necesaria e inevitable solicitar que nos ayuden. Otras, en fin, ya lo vemos.
Enhorabuena por el reconocimiento, realmente el relato es genial.
Un beso y ¡Buena semana!
Es toda una sorpresa recibirte en mi casa, Macarena, ya que te conozco por otros blogs amigos.
EliminarMuchas gracias por tu comentario. Efectivamente, hay veces que es inevitable pedir ayuda a expertos, ya que en muchas cosas somos profanos.
Y pienso como tú, porque también vivo en un lugar pequeño. Soy más bien de "vive y deja vivir" ;-)
Un beso enorme y perdona la tardanza en responder, pero he andado muy desconectada (y descentrada).
Felicidades, un segundo puesto es un logro tremendo. El relato está muy bien construido y nos haces acercarnos a la protagonista y estar de su parte. Un abrazo
ResponderEliminarComo siempre, gracias por tus exquisitas palabras y tu amabilidad, Ester. Ya sabes que andaba un poco perdidilla ;-)
EliminarUn beso
Ante todo, mi enhorabuena, amiga. Un segundo puesto entre tanto buen relato es de merecida felicitación.
ResponderEliminarPropones en tu pequeña historia dos ideas indiscutibles: quererse y cuidarse a uno mismo para poder querer y cuidar a los demás. E intentar vivir para ser feliz y no para complacer a los demás, que siempre encontrarán detalles, decisiones y actitudes en nosotros, que poder criticar.
Un beso.
Has hecho un buenísimo análisis del relato, amigo. Yo lo suscribo totalmente pero...no entiendo por qué los demás siempre encuentran "motivos" de crítica en nuestra forma de proceder (gracias a Dios, tú lo sabes y lo hago saber: el relato es ficticio, para nada es mi caso).
EliminarMil gracias por tu felicitación. Te mando un fuerte abrazo.
Un tema muy sensible y peliagudo. ¿Hasta qué punto la propia libertad y felicidad puede estar por encima de las de nuestros seres queridos? Si los padres han sacrificado muchas veces su libertad para atender a sus hijos cuando estos les necesitaban, ¿por qué estos no pueden corresponderles del mismo modo? Siempre puede hallarse un equilibrio entre libertad y dedicación. Pero, como decía, este es un tema muy delicado que solo quien lo vive y sufre puede opinar.
ResponderEliminarUn estupendo relato para reflexionar.
Un abrazo.
De eso se trata, Josep Mª. De encontrar un punto de equilibrio: poder vivir cada uno su vida sin desatender a los que, en su día, nos "atendieron". Lo contrario es de ser muuuy egoísta.
EliminarAgradezco mucho tus palabras tan sensatas y coherentes como siempre.
Un abrazo
Me ha requeteencantado.
ResponderEliminarEs un tema complicado, yo siempre he creído que ingresar a los mayores es una residencia no es abandonarles, al contrario, si estás pendiente, si vas a verlos y les muestras su cariño, lo mejor es que estén atendidos. Yo quiero dejarlo arreglado por si dentro de muchos muchos años necesito cuidados especiales mis hijos no engan que tomar esta decisión porque ya la habré tomado yo, y ellos qu eme vean feliz y bien, que me den abrazos y me cuenten cosas, no que me cambien pañales.
Un beso y un relato muy muy bueno, yo le habría dado el primer premio.
Gracias, rebonica. Yo también pienso que ingresar a los mayores en una residencia no es abandonarlos. Todo depende de cómo se haga y puede ser algo muy favorable (si se trata de personas enfermas) siempre que no les falte amor y afecto.
EliminarEspero estés descansando como Dios manda ;-)
Un abrazo y otra vez graciasss.
Muy buen relato, Chelo. Enhorabuena por ese segundo premio.
ResponderEliminarPor mucho que una se quiera y quiera ser feliz y no preocuparse de lo que piensen o digan los demás, siempre hay algo contra lo que no podemos luchar y no podemos olvidar, aunque termine con nuestro bienestar y felicidad y es la necesidad de volcarnos en nuestros padres cuando ellos ya no pueden valerse por sí mismos y toca devolverles todo lo que ellos nos han dado desinteresadamente toda la vida.
Estoy muy cerca de ello (si no he llegado ya) y espero estar a la altura.
Un beso.
Sabes muy bien de lo que hablas, Rosa, y me consta que estás más que a la altura. Tienes la cabeza tan bien amueblada que envidio la forma en que vas asumiendo determinadas cosas que yo deseo de corazón, se resuelvan y lo mejor posible.
EliminarUn abrazo muy fuerte para ti, amiga.
Me ha gustado mucho mucho Chelo, Enhorabuena por ese segundo premio merecido.
ResponderEliminarLa verdad es que hemos de dedicarles tiempo a los demás, a nuestros padres y allegados pero también siendo nosotros felices y buscando momentos para nosotros y por supuesto no hacer la vida que los demás quieren si no aquella que a tí te haga feliz, total hagas lo que hagas siempre siempre te van a criticar para bien o para mal en muchos casos, de modo que así debe ser.
Yo espero que mi marido y yo lleguemos a viejos con la capacidad de valernos por nosotros mismos pero si no fuera así desde luego soy partidaria de a mi hijo no tenga que cargar con mi s cuidados y yo me voy a una residencia y que me cuiden y el pueda seguir con su vida.
Besos Chelo y enhorabuena de nuevo.
Chelo21 mayo, 2018
EliminarMuchas gracias por tu felicitación, Tere.
Efectivamente, el deseo de todo ser humano (presupungo) que es llegar a mayor sin ser dependiente de nadie, sin ser una carga para los demás. Por desgracia, no siempre es posible porque la edad conlleva problemas de salud casi siempre.
Seguro que tu hijo cuidaría muy bien de ti, aunque no quisieras.
Un abrazo, eres un cielo.
¡Zorionak, por el premio Chelo! un relato que nos hace reflexionar. Yo tuve que pasar por una decisión así después de estar nueve años cuidando a mi madre. La cuidé cuando tenía una enfermedad dura como el Alzheimer y a pesar de volcarme en sus cuidados tuve que tomar la decisión de ingresarla en la residencia donde ahora trabajo. Ingresar a una persona querida en una residencia no es abandonarlos. Es seguir su evolución de su enfermedad y dejar que los especialistas les cuiden. Los hijos deben de darles el cariño. Un abrazo.
ResponderEliminarEstoy contigo, Mamen. Pienso igual, y sé que también sabes muy bien (valga la redundancia) de lo que hablas, porque encima trabajas en una residencia, ¿no?
EliminarTú das la clave: seguir su evolución dando cariño y haciéndoles caso, eso es lo que importa.
Un abrazo
Felicidades Chelo por ese merecido premio.
ResponderEliminarTu relato toca temas muy interesantes y muy polémicos. Por un lado, ese quererse uno mismo que parece fundamental para poder querer a otros y también poder vivir sin estar pendiente de lo que otros digan y opinen de uno mismo porque nadie está exento de crítica y vivir de acuerdo a los dictados de otro no parece muy adecuado.
Y por otro, está esa decisión de ingresar a los padres en una residencia. Creo que no se puede juzgar y que abandonar se abandona igual en una casa en la que no se presta atención y cariño a los que se atiende como en una residencia si tampoco se los visita o en un hospital (leí hace unos días que hay enfermos que no pueden darles el alta porque nadie se ocupa de ellos) si no se va a verlos. Se trata de devolver y dar amor y como dicen otras compañeras hay enfermedades durísimas en las que no se puede atender a los familiares por más que se quiera y mientras se siga atendiéndolas, visitándolos, queriéndolos, nadie debería juzgar a los otros. Es aquello de vive y deja vivir.
Besos
Hace un momento empleaba yo tu última frase del comentario ;-)
EliminarParece obvio pero no lo es, lo de que si no te quieres no puedes querer o, al menos, querer bien.
A todos los que critican, ¿por qué tenerlos en cuenta? ¿acaso van a ayudarnos a pagar nuestra hipoteca o nos van a prestar su plaza de garaje si la necesitamos? Pero claro, es tan fácil hablar de otros y de sus decisiones.
Afortunadamente, yo hace mucho que "paso" bastante de lo que piensen los que me importan poco o nada. Cuesta, pero se consigue a base de mucho "entrenamiento" ;-)
¡Un beset meu va ja cap ahí!
Hola! Muchas felicidades por el segundo puesto, el relato lo merece, muy bonito!
ResponderEliminarUn saludo!
Agradezco mucho que me felicites, Bea. Eres un encanto.
EliminarUn beso
Mi más entusiasta enhorabuena, Chelo. Un segundo Premio es muy meritorio y motivo de estimulación y contento.
ResponderEliminar¡A celebrarlo como se merece!
Un beso, preciosa.
La verdad es que sí es muy estimulante, sí. Te entran unas ganas locas de subir otro peldaño, pero claro, hay siempre mucho nivel.
EliminarUn beso fuerte para ti, querida Mari Carmen.
¡Felicidades, Chelo! Me ha encantado el relato, pero sobre todo la valentía de la protagonista. En un mundo lleno de postureos olvidamos que lo único que nos puede llevar a un hipotético estado de felicidad es el desarrollo personal. Solo desde la plenitud de sentirse realizado podemos dar lo mejor de nosotros a los demás. El sacrificio por el otro siempre es algo encomiable, pero cuando ello supone una renuncia a uno mismo suele derivar en una situación enfermiza y claustrofóbica. Un fuerte abrazo!!
ResponderEliminarYo no he sabido decirlo tan bien como tú, David. Efectivamente, hay que sentirse plenamente realizado, lleno, para poder DAR a los demás. Parece de perogrullo.
EliminarEl sacrificio dosificado es lo deseable cuando uno tiene a sus mayores delicados, pero hay momentos en que las situaciones superan y uno quiere dar más de lo que puede. Aquí es donde se corre el peligro que comentas.
Muchas gracias por tus animosas palabras.
Un beso.
Mi enhorabuena por ese premio que te han otorgado, te lo mereces con creces. Bonito relato.
ResponderEliminarBesos
Gracias por considerarme merecedora del premio, me siento muy halagada, Julia.
EliminarUn beso muy fuerte.
Hola, Chelo. Un gran relato, tocas un tema muy delicado. Juzgar las decisiones de las personas sin saber por qué las toman es un error. A veces ese "ingresar a los padres en una residencia" no es por egoísmo ni falta de amor, es para darles seguridad, cuidados que tú no puedes ofrecerles por diversos motivos. Hay que ponerse un poquito en el lugar de los demás antes de criticarlos.
ResponderEliminarUn beso enorme y mi enhorabuena
Así es, mucha empatía hace falta para no hablar por hablar. En ocasiones hacen falta personas especialistas que atiendan debidamente determinadas dolencias, no es solo cuestión de ingresar a los mayores "porque sí".
EliminarGracias por tu felicitación (y tu empatía), Chari.
Un beso gigante.
¡¡Enhorabuena, Chelo!! Me alegro mucho de que hayas obtenido este premio que, por otra parte, es muy merecido :))
ResponderEliminarTu relato es corto, pero aún así da para más de una reflexión importante en los tiempos que corren: hay que seguir las propias convicciones sin importar lo que piensen los demás, hay que encontrar el tiempo, aunque cueste mucho, para no perderse a una misma, y hay que hacer cada uno con sus padres, cuando llegue el momento, lo que en conciencia creamos que es mejor para ellos (nuevamente sin importarnos lo que digan los demás). Tu prota es una heroína "de andar por casa", ¡¡bien por ella!! :))
Un besito grande, Chelo.
Pues sí, Julita. Llegado el momento a saber qué es lo que creemos mejor para ellos. Mientras no llegue, disfrutemos de la vida sin "perdernos" como bien dices.
EliminarEstar pendiente de los demás es, además de agotador, del género tonto porque nuestra vida es nuestra y a nadie importa cómo decidamos "gastarla".
Muchas gracias por tu felicitación y por considerar merecido el premio.
Un abrazo muuuy fuerte.
¡Muchas felicidades guapísima! La verdad es que hoy en día parece muy difícil no dejarse influir, pero me encanta ver que tu prota lo consigue y que es capaz de mantener su personalidad. Un besito enorme guapa!! Me ha encantado :))
ResponderEliminarGracias, María. Que en un primer momento se nos cruce el pensamiento del qué dirán, puede ser normal. Lo que ya no lo es tanto es actuar en base a eso y que influya en nuestros actos.
EliminarUn besazo, princesa.
Lo mejor que nos puede pasar es querernos a si mismas :)
ResponderEliminarExcelente post
Besitos
¡Claro! Si somos capaces de querer a otros, ¿cómo no querernos a nosotros mismos si nos vamos a tener que soportar toda la vida? ;-)
EliminarUn beso y muchas gracias por tu comentario, Jely.
Te felicito por el lugar ganado.
ResponderEliminarUna historia muy bien hilvanada de todo un tema que da para mucha polémica.
Un abrazo.
Sí, la polémica estaba servida porque esta cuestión levanta siempre ampollas.
EliminarConozco casos (-que de hecho me han inspirado el relato-) en que algunas familias se dividen por culpa de no ponerse de acuerdo a la hora de tomar una decisión respecto a sus mayores, qué triste...
Gracias, Sara. Te envío un superbeso.
Hay tantas y tantas formas de vivir que la única idónea es aquella que a ti te hace feliz.
ResponderEliminarEs un país con un alto analfabetismo emocional. Hablan mucho, porque tienen mucha información en su cabeza y muy poca en su corazón.
Si algo me sorprendió gratamente cuando fui a Islandia, fue su proximidad al ser humano, se me acercaban para hablar (muchos hablan español) sin ningún tipo de prejuicio y muy abiertamente.
Aquí no: aquí te rechazan porque hay muy bajas autoestimas y se sienten inferiores o lo que es lo mismo, analfabetismo emocional.
Hemos educado la cabeza, eduquemos ahora los corazones.
Jeje, tocas temas peliagudetes y eso a mi me gusta mucho.
Hoy después de mucho tiempo he entrado en tu blog y como siempre, me ha gustado.
Tu relato formas de vivir, se merece no el puesto 2, sino el uno porque bien se queda corto y tienes ganas de leer más, LO DICES TODO y eso es más que suficiente.
Me alegro y te felicito de corazón porque contribuyes con tu blog a analfabetizar emocionalmente a la gente. Una gran mayoría toman conciencia. Cuestión aparte es que pongan a la práctica lo que piensan, que precisamente de eso se trata: CAMINA LO QUE HABLAS, HABLA LO QUE CAMINAS.
BESITOS, en mayúsculas.
Ay qué afortunada me siento por contar con tu amistad...
EliminarSé cómo piensas, sé cómo sientes y sé de tu inagotable interés por las reacciones y emociones del ser humano.
Todo ello te hace siempre ponerte en el lugar del otro, aunque éste no se ponga en el tuyo.
Y es esto lo que te hace especial a mis ojos y precisamente lo que evita que caigas en ese saco de los que llamas "analfabetos emocionales".
Millones de gracias por tus palabras hacia mi blog y el post.
A mí me encanta que te asomes y me dejes comentarios como éste, con tanta miga, que dan para mucho y que te dejan reflexionando.
¡Un ABRAZO rompecostillas!
Una historia entrañable y muy crítica también.
ResponderEliminarEnhorabuena por ese segundo premio.
Un besote.
Muchas gracias compi, por tus adjetivos hacia mi post y por tu felicitación.
EliminarUn beso muy fuerte.
Hola Chelo,
ResponderEliminarmuchas felicidades por el premio.
Mucha gente piensa que llevar a los mayores a un centro especializado es abandonarlos. Sin embargo, llega un momento en el uno no está capacitado para cuidar en casa personas con demencia, alzheimer, con limitaciones de movimiento, etc. y necesitas ayuda profesional. Si a eso le sumamos que los horarios de trabajo son rígidos y que la conciliación familiar solo se entiende generalmente para hijos pequeños ... Atender a un mayor es un esfuerzo mental brutal que te deja agotado.
Aplaudo la decisión de la protagonista de tu historia.
Un besote
Muchas gracias por tu acertado comentario, Erika. Es que es eso. Hoy en día los horarios de trabajo no son compatibles con muchas responsabilidades hacia aquellos a quienes nos debemos, y más cuando padecen ciertas dolencias como las que citas.
EliminarAfortunadamente, hablo desde fuera pero me imagino que, además del esfuerzo físico, el mental también debe ser de campeonato.
Gracias por aplaudir a mi protagonista ;-)
Un beso
¡Felicidades! Ese segundo puesto lo tienes más que merecido Chelo, el relato es muy bueno.
ResponderEliminarUn beso de espíritu sin Nombre.
Oh là là, ¡gracias, Conchi! Tu comentario es muy motivador.
EliminarUn beso.
Enhorabuena por ese premio, muy merecido, me ha gustado mucho el relato.
ResponderEliminarDónde sueles encontrar esos concursos?? tienen pinta de muy entretenidos :-)
https://similocuramedeja.blogspot.com.es/
¡Hola Zhura! Muchas gracias por tu felicitación y por tu paso por mi blog.
EliminarComo digo al final del post, pertenezco a la Comunidad Relatos Compulsivos.
Pronto te visito.
Un abrazo
Estupendo post! feliz domingo!💚💚💚
ResponderEliminarGracias por venir y por tu deseo, Carolina.
EliminarTe mando un beso, corazón.
Eso es algo que desconozco, Julio D. (lo de tener o insistir en mostrar cerrado el corazón). Ni hay que pregonar los problemas a diestro y siniestro, ni reservarlos hasta el punto de enfermar por ello.
ResponderEliminarMuy profundo tu comentario.
Un beso para ti.