Una canción actual que me gusta muchísimo: "Save your tears", de The Weeknd & Ariana Grande.
Tres de mis manías: arrimar bien las sillas a la mesa, los olores y la pulcritud.
Cuatro letras juntas:
Mis cinco personas favoritas: mis cinco sobrinos.
Seis, las integrantes de mi grupo de whatsapp "Traveling girls".
El siete es mi número.
Ocho, hora de entrar a trabajar.
Nueve ciudades extranjeras que he visitado: Ámsterdam, Belfast, Budapest, Cardiff, Inverness, Londres, Nueva York, Tokyo, Turín.
Dijo Charles Kettering (inventor): "Si haces algo como hace diez años, entonces existen muchas posibilidades de que lo hagas mal". Esta frase parece que rema a mi favor en cuanto a la gestión de mi blog en los últimos tiempos...
También he leído que una mujer llamada Marina Moreno (psicóloga) lanza la pregunta: "¿Qué le dirías a tu yo de hace diez años?". Difícil pregunta...
Más optimista y menos moralizante es lo que dice Andrés Calamaro (cantante): "Si diez años después te vuelvo a encontrar en algún lugar, no te olvides que soy distinto de aquel, pero casi igual". Sí, soy "casi" igual. Por nombrar algo diré que sigo analizando mucho las cosas (mi gran defecto de fábrica), pero es en ese "casi" donde, obviamente, se encuentra la diferencia que no todo el mundo es capaz de ver...
Finalmente, como afirma James Baldwin (novelista): "El reto está en el momento, el tiempo es siempre ahora", frase con la que no puedo estar más de acuerdo.
Empecé esta aventura el 22 de noviembre de 2012. Desde entonces han pasado 120 meses, 3650 días, 87600 horas. Es mucho. Es una suma y resta continuos de experiencias, sensaciones, incluso modos de pensar, de vivir. De soñadas adquisiciones e involuntarias pérdidas en lo material, de conexiones inmediatas y rupturas definitivas en lo social, de apasionantes llegadas al mundo y de alguna que otra despedida dolorosa y para siempre en lo personal.
Es por ello que yo (simple libre Libra pensante que soy, en el sentido más amplio de los términos) creo que lo ideal y, a la vez sumamente difícil, es mantener un balance positivo o que el saldo esté, cuanto menos, equilibrado. Porque muchas cosas y situaciones no las puede controlar una misma persona y, por añadidura, no todo tiene el mismo valor.
Pero como coincido en lo de que EL TIEMPO ES AHORA, lo que ahora toca es celebrar que este proyecto mío, con sus idas y venidas, sigue con vida y cumple un año más.
Los que me conocéis un poquito sabéis que me encantan las celebraciones, de ahí que me haya decantado por publicar un post especial con cosas personales, algunas de siempre, otras de hace algún tiempo y otras muy recientes. Porque en diez años todo cabe.