Dado que este domingo es el Día de la Madre, os contaré más cosas sobre mi madre (de la que ya hablé con ocasión de este día en este post y en este otro).
Tenía 22 años cuando nací yo y, como ya he dicho alguna vez (podéis verlo en esta entrada), mi hermana Isabel llegó exactamente 11 meses después.
Tenía 22 años cuando nací yo y, como ya he dicho alguna vez (podéis verlo en esta entrada), mi hermana Isabel llegó exactamente 11 meses después.
A la pobre criatura la consideré una "roba-mamás" porque yo estaba loquita por la mía nuestra.
Aprendió a cocinarle a mi padre con una sola mano porque con el otro brazo me sostenía a mí, hasta que un día, haciendo una tortilla, me salpicó el aceite y nunca más quise acercarme con ella a la cocina.
Con mi padre (al que adoro) yo no quería ir nunca porque recuerdo que me asustaba el hecho de que me moviera uno de sus pies enfundado en un calcetín negro tratando de jugar conmigo. Era mi hermana la que siempre estaba con él, al igual que con mis tías y abuela que vivían abajo, ¡qué otro remedio tenía la pobre si yo no me separaba de mi madre! (se puede ver hasta en las fotos, yo soy la que está cogida de su mano y la que le coge por el hombro).
En casa siempre me recuerdan que un día me dejó con ellas, tías y abuela, para poder acercarse a una tienda que estaba muy próxima a comprarse concretamente unas medias y que, al volver, desde la misma esquina, vio a todas en la calle haciéndole aspavientos y gestos para que corriera, como si se estuviera quemando la casa, y a mí llorar como si se acabara el mundo. Por lo que dicen, yo creía que mi mamá no iba a volver (por lo que cuentan escuché aquello de que se "escapaba" un momento).
A mi hermana le cantaba esta canción de Antonio Machín: "Isabel, eres la flor más perfumada que hay sembrada en el jardín de mis amores
Precisamente, tanto mi hermana como yo éramos mucho de jugar con muñecas, pero cuando teníamos alguna riña (porque ella tenía la singular costumbre de cortar el pelo a las mías) me decía una cosa terrible para mí, siendo niña como era: "tienes la nariz aguileeeña". Y me cogía cada berrinche...Supongo que de aquellos barros vienen estos lodos.
Un buen día mi madre acabó con estas trifulcas preguntándome: "¿A ti te gusta la nariz de mamá?" y, al decirle yo que sí (¡cómo no!), añadió: "Pues tú la tienes igualita".
Nunca más lloré (por eso en concreto, quiero decir). Y que conste que no tengo la nariz 'aguileña', pero tampoco tan bonita como la de mi madre, las cosas como son.
Cuando me independicé vino conmigo a todas partes, con una paciencia infinita, ayudándome en la tarea de amueblar el piso en el que vivo y, hoy en día, es la persona cuya compañía más me agrada, tanto para ir de compras, como para tomarme un café con una pasta.
Porque si hay alguna persona hecha de buena pasta, ésa es mi madre, la que cocinaba conmigo en brazos, la que me dijo que mi nariz de niña era como la suya y la que se inventó que Machín escribió una canción solo para mí.
Nunca más lloré (por eso en concreto, quiero decir). Y que conste que no tengo la nariz 'aguileña', pero tampoco tan bonita como la de mi madre, las cosas como son.
Porque si hay alguna persona hecha de buena pasta, ésa es mi madre, la que cocinaba conmigo en brazos, la que me dijo que mi nariz de niña era como la suya y la que se inventó que Machín escribió una canción solo para mí.
¡¡¡Me encanta!!! Mi hermana y yo también vestíamos iguales, qué tiempos tan buenos.
ResponderEliminarTu madre es lo más, tenemos suerte de tener personas así en nuestras vidas.
Besos.
Gracias, Gema. Sí, nosotras vestíamos igual, de hecho pasábamos por mellizas.
EliminarAsí es, para mí, mi madre es lo más de lo más.
Un beso y que tengas mañana un feliz día, como madre que eres.
Qué suerte tenerla todavía. Un beso.
ResponderEliminarLA verdad es que sí, es una suerte y algo tiene que ver la genética porque su abuela vivió muchos años, su madre (mi abuela) aún vive con 94 años y ella, hoy por hoy, está fantástica de salud.
EliminarUn beso y gracias por venir, Susana. Feliz Día de la Madre también.
Que bonito canto a tu madre, y que suerte poder tenerla contigo, no entro en comparaciones pero la mía tambien es la mejor madre, y con ella he ido de compras, hemos compartido muchas cosas, pero ahora ella lo ha olvidado todo, incluso ya se está olvidando de las palabras. Disfruta de su compañia y dile muchas veces que la quieres. Un abrazo
ResponderEliminarEs así, Ester. Para todo el mundo la nuestra es la mejor. No en vano es quien nos trae el mundo, nos cuida, nos enseña... En definitiva, somos lo que somos gracias a toda la labor de ellas, de nuestros padres.
EliminarMe llega al alma lo que me dices de la tuya. Cuídala y mímala mucho ahora tú, que aunque esté olvidando las palabras, eso seguro que lo nota y aprecia.
Un abrazo, para ti y otro para ella. Felíz día el de mañana.
Es hermosa, por fuera, por dentro.
ResponderEliminarNo me extraña que la quieras tanto.
Disfrútala siempre. No todos tienen
(tenemos) esa enorme suerte.
Abrazos y ¡feliz día!
Gracias por tan bonitas palabras, Myriam. Y no te equivocas, la quiero todo lo que pueda parecer y más aún. No me planteo la posibilidad de estar algún día sin ella. Por tanto, siento mucho lo que dices respecto a ti.
EliminarUn abrazo muy fuerte, que tengas mañana un feliz Día de la Madre.
Te puse comentarios en las entradas antiguas
ResponderEliminarque enlazaste. Una delicia de recorrido,
me voy caminando sobre las nubes (que no me cuesta,
también soy de aire, como tú pero de acuario)
Miles de gracias por molestarte en comentar en esas antiguas entradas y por avisarme (ya sabes que de tus comentarios no me entra aviso por correo electrónico).
Eliminar¡Precioso lo que dices de que te vas caminando sobre las nubes y no te cuesta! gracias otra vez.
Qué bonito Chelo!! Las madres son únicas y no hay nada ni nadie que las pueda comparar o sustituir... por algo dice el refrán que madre no hay más que una.
ResponderEliminarUn besito
Si es que los refranes encierran mucha sabiduría. Y las madres, también. Por supuesto que no son comparables ni sustituibles, son únicas e irrepetibles.
EliminarGracias, Clara.
Un beso enorme, princess.
Tu madre ha de ser todavía joven si solo te lleva 22 años. Es bueno que te lleve tan poco tiempo, así te acompañará más y eso eso es una fortuna si te llevas bien con ella, y por lo que dices, es evidente que sí, puesto que es con quien más disfrutas ante un café. Tienes mucha suerte, Chelo, en ese aspecto. Un beso.
ResponderEliminarExacto, no es una diferencia lo que se dice grande grande.
EliminarHe puesto el ejemplo del café porque todos los días espera a tomarlo a que yo llegue a su casa a comer y para mí ese momento, junto a ella y mi padre, es delicioso (también te digo que quieren que lo prepare yo) ;-)
Es ella también la que me da el empujón cuando dudo en algo.
En fin, que sí, que es una suerte tener su compañía.
Un beso muy fuerte y gracias por tu comentario, Ángeles.
Hola! Yo a mi hermana también la considero roba mamás, porque estaba con varicela cuando nació y siempre le decía a mi madre que estaba malita y me había dejado con la abuela para ir a buscarla en vez de cuidarme, jajajaja! Bonita historia!
ResponderEliminarUn saludo!
Jajaja, es que también querías "dedicación exclusiva" como yo, y es que hay que ver cómo somos de niños...
EliminarGracias por tu anécdota y por tus palabras, Bea.
Un beso
Qué cosa más bonita de post, Chelo. Espero que se lo enseñes a tu madre, porque estoy segura de que le va a encantar y la va a hacer sentir muy orgullosa :))
ResponderEliminarNo sé si lo he dicho antes con ocasión de alguna de las anteriores entradas, pero tu madre me parece guapísima. Y tú, de peque, una auténtica lapita pegada a su mami jajajajja. De aquella unión viene vuestra actual relación, que sigue siendo especial por lo que cuentas. Me alegro mucho por ambas :))
Gracias por esas fotos tan entrañables, querida. Me recuerdan a algunas que tenemos en casa, con ropa y peinados pasados de moda pero con todo el sabor a familia.
Un beso enorme, Chelo. ¡¡Genial tu post!!
Te voy a confiar un secreto, Julita: ella tiene una tablet que solo usa para leer porque le gusta mucho hacerlo.
EliminarMi sobrino le creó esta semana una cuenta de correo electrónico (no sé para qué, la verdad, porque no le hace ninguna falta), y lo que he pensado es que le enviaré un correo con este post (le tendré que avisar y lo tendré que abrir yo, supongo...).
Hecha esta confesión, que mereces, quiero que sepas que me hincha como un globo que digas que te parece guapísima, y que me provoca risa lo de "lapita", ¡lo era, amiga!
Dudaba si poner las fotos, pero es que son como un fiel testimonio de lo que quería transmitir. Creo que a ella le gustará verse.
Un abrazo fortísimo y muchas gracias por tus palabras siempre tan cariñosas, Julia.
Desde luego sin duda eras toda unja muñequita linda. Has cambiado poco.
ResponderEliminarCuanta ternura destilan tus letras. Amor de madre que son las que lo inventaron en esta tierra. ¡Gloria a ellas!
Besos
Gracias por el piropo, amigo ;-)
EliminarTienes razón en que las madres inventaron ese tipo de amor, ¡mil gracias por tu bonito y efusivo comentario!
Un besazo para ti y otro para la tuya en el día de hoy.
HAY MUCHA SENSIBILIDAD EN TUS LETRAS. SE NOTA EL AMOR.
ResponderEliminarABRAZOS
Me alegra mucho que así lo veas, ReltiH. Mil gracias por tus palabras.
EliminarUn abrazo y feliz día.
Preciosa esta entrada dedicada a tu madre así como esa relación tan especial que os une. Besos
ResponderEliminar¡¡¡PRECIOSP!!!
EliminarAprovechas todos los días que la tengas cerca. Un día se irá y su recuerdo por muchos años que vivas jamás la olvidarás, como me pasó a mí hace tiempo. Yo también supe que he tenido la mejor amdre del mundo...
¡Cuántas cosas bonitas y entrañables me has hecho revivir, Chelo!
Gracias por compartir tan maravillosa entrada con nosotros.
Feliz Día de la Madre a todas.
Un besote.
Es una relación 'tan de todos los días' que, a veces, olvido que es 'tan especial' como tú dices.
EliminarMil gracias, Marina.
Te mando un beso muy fuerte.
Ay, Mari Carmen, jamás pienso en eso. Me creo que va a ser eterna...
EliminarSiento lo que dices respecto a la tuya; seguro que fue la mejor del mundo para ti y que su recuerdo llevas siempre contigo.
Te agradezco mucho tu comentario y tu consejo.
Un beso muy fuerte.
!!!!Chelo¡¡¡¡¡ qué preciosa entrada, cuánto amor y admiración hay en tus letras, precioso y las fotos qué entrañables. Me ha encantado todo el amor que encierran tus letras. Emocionante.
ResponderEliminarUn petonàs per a tu i la mare.
Me encanta que te haya gustado, Conxita, y que hayas captado ese amor y, sobre todo, esa admiración que le tenía cuando era pequeña y que le sigo teniendo por muchas cosas que demuestra en el día a día, a mí y a toda la familia.
EliminarMuchas gracias, y te felicito a ti en este día como buenísima madre que seguro que eres.
¡Moooolts besets!
Precioso y emotivo homenaje a tu madre. Como dice Mari Carmen más arriba, disfrútala mucho. La mía aún vive y me gustaría disfrutarla más, pero el no vivir en la misma ciudad hace que sea más esporádico el tiempo que paso con ella.
ResponderEliminarUn beso y feliz día de la madre. Yo lo celebraré el próximo finde que es también el cumpleaños de mi hijo e iré a León.
Gracias por tu consejo, amiga. Claro, la distancia es un handicap para ello, pero seguro que el tiempo que pasas con ella es de calidad, que es muy importante a falta de la frecuencia que desearías.
EliminarComo le decía arriba a Conxita, felicidades por cómo eres como madre, y también felicidades a tu hijo por su próximo cumpleaños.
Un beso a los dos
Bellísimos y entrañables recuerdos. Y lo que los hace más especiales es que valoras todo ello con la fortuna de tenerla todavía a tu lado. Cuando los padres nos faltan, siempre rememoramos esas anécdotas y bellas historias, pero lo más bonito es saber apreciar todo lo que han hecho con nosotros y por nosotros cuando todavía estamos a tiempo de decirles a la cara "te quiero".
ResponderEliminarUn abrazo y feliz día de la madre.
Qué gran comentario, me dejas feliz. Efectivamente, hay que saber reconocer las cosas mientras todos estamos aquí, en este mundo.
EliminarQue sepan por nuestra boca (o por nuestras letras) lo importantes que son. Si no lo decimos como hijos, ¿quién se lo va a decir?
Gracias por tu deseo, Josep Mª.
Espero que tengas buen día, aunque no sea el de los padres (en masculino) ;-)
Siempre consigues emocionarme, es un post precioso y espero que a tú madre le guste mucho. La verdad mi madre la veo poco pero los ratos que estoy con ella me saben a gloría, en fin, es lo que tiene vivir en distintas ciudades, hay semanas que si voy dos veces a Alicante, me paso aunque sea a tomar un café.
ResponderEliminarA mi tengo una anécdota muy graciosa, cuando eramos pequeños mi madre decía que se sentía una gallina, porque nos peleábamos los tres hijos por ir de su brazo, jeje, valen mucho nuestras madres y ahora que yo lo soy me encanta que mi hijo me mande un whastapp diciendome que me quiere, eso no tiene precio. un beso Chelo.
Si consigo emocionarte, tú tienes parte de culpa por ser tan sensible, ¡gracias, Tere!
EliminarTe pasa lo que a Rosa, que también la tienes un poquito lejos a la tuya, pero qué bonito que digas que esos ratos te saben a gloria.
Tu anécdota es preciosa, ¡es que no hay nada como los brazos de una madre cuando eres pequeñ@!
Que tengas un feliz día, que tú también eres una madraza con tu hijo.
Hola Chelo, dudaba de leerla porque me iba a emocionar muchísimo, y luego piensas, como no voy a hacerlo si es algo tan especial para ella. Y así es, pero le das esa chispa que soy tu puedes hacer que me sonría con tus recuerdos. Me alegra mucho haberla leído y recuerda, disfruta cada momento porque luego te darás cuenta que imitarás sus expresiones, sus pensamientos, hasta sus movimientos porque son el legado que nos dejan, nuestras protectoras, nuestras abrazadoras, las que no querrán por encima de todo. Ya me hubiera gustado haber sacado la nariz de mi madre (tan bonita), la tengo "porrona" como mi "pae" jeje pero me quedan todas las cosas bonitas que te he contado. Un beso
ResponderEliminarNo sabes cuánto agradezco tu confesión tan sincera, Eme, y por supuesto, tus palabras para con mi post.
EliminarTienes mucha razón en lo que dices respecto al legado que nos dejan las madres. A veces, son legados en vida, porque es en vida cuando ya tenemos mucho de ellas. A mí en concreto no hay nada que me guste más que oír que me parezco a ella en lo que sea, hasta en el gesto más insignificante del mundo.
Gracias por hablarnos de la tuya con tanto sentimiento, linda (y seguro que tener la nariz como la de tu padre es un honor también para ti).
Un abrazo muuuy fuerte, Eme.
Qué hermosos recuerdos y que lindo post para tu madre. Y ¡qué linda tu vieja!, ja, ja.
ResponderEliminarDe chitita no tanto, pero ahora sí tenés un aire a ella.
Saludos.
Bueeeeno, que me veas un aire a ella me hincha como un pavo, Raúl O. ;-)
EliminarNo te equivocas respecto a mi "vieja", como tú dices. Era (y es) muy guapa, ¡la más del pueblo, decían en su día!
Besos
Qué homenaje tan bonito a tu madre, Chelo. Igual que en aquel primer post con los cuadros que ella pinta, aquí muestras el amor inmenso que le tienes y que ella ha sabido ganarse a pulso.
ResponderEliminarSiempre que se acerca el día de la madre o la fecha del cumpleaños de mi madre, intento escribir algo sobre ella, pero como ya no la tengo a mi lado me resulta muy penoso y no soy capaz de escribir una línea sin ponerme a llorar. Ojalá, algún día pueda escribir algo tan bonito como lo que escribes tú, o parecido.
Besos para ti y para tu maravillosa madre.
Puedo entender lo que dices y me entristece. Yo tampoco sé si sería capaz de escribir algo sobre ella si no la tuviera a mi lado, pero respecto a ti estoy segura que dentro de nada lo harás con tu particular forma de escribir ya que me basta recordar las palabras que le dedicas en tu tesis.
EliminarGracias por tu bonito comentario, por recordar esa pasión que siente por la pintura la mía y, cómo no, felicidades por ser la madre que eres.
Un fuerte abrazo, compañera.
Imposible hasta el infinito, Julio D.
ResponderEliminarUn abrazo
¡Qué precioso post, Chelo! Me he emocionado un poco, fíjate... Y ha sido maravilloso verte de pequeña con tu madre y con tu hermana. Os deseo que mañana paséis un día genial. ¡Un besazo enorme!
ResponderEliminar¡Hola D.P.! Ohhh, lo siento pero, a la vez, me encanta haberte emocionado. La verdad es que el trío de chicas que has visto en las fotos (mi madre, mi hermana y yo) podíamos con mi padre ;-)
EliminarGracias por tus deseos para el día de hoy, ha sido muy bonito a la hora de comer.
Un beso gigante y gracias a ti por tus palabras.
¡Qué maravilla Chelo!! Un pequeño homenaje para tu madre que seguro le emocionará, bueno, me he emocionado yo también. Lo has plasmado con mucha frescura y a la vez con la ternura del amor y del recuerdo. Me ha encantado, te felicito.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo y que disfrutes del día de mañana y de muchos muchos más. Besazos!!
Bienvenida a mi blog, Xus. Estoy realmente encantada de que estés aquí, en mi casa, pues te veía por Google+
EliminarTe digo, como a D.P, que me alegra haberte emocionado y te agradezco muchísimo tus palabras y tu deseo de que disfrute este día.
Un abrazo y hasta ahora mismito, prepárame un café que voy para tu casa ;-)
Bellísimo gesto el de tu madre al dedicarte esa canción de Machín. Me has recordado algo que me comentó la mía cuando era pequeña. Como dinero no había, mi madre pidió para Reyes un muñeco que fuera pareja de su muñeca. Mi abuela, esa noche, cogió la muñeca y le cortó el pelo. También le cosió unos pantalones y una camiseta. Al día siguiente, mi madre tuvo ese muñeco, pero no la muñeca. Me estremece pensar en ese instante de ilusiones y desilusiones, tanto para mi madre como para mi abuela. Saludos!!!
ResponderEliminarQué entrañable anécdota, David. Si es que antes se usaba mucho el ingenio con tal de satisfacer las ilusiones, que no caprichos, de los niñ@s. Tu abuela fue una excelente Maga ;-)
EliminarRespecto al gesto de mi madre de dedicarme la canción viene de que a ella le gustaba mucho canturrear; de ahí que nos dedicara esas canciones y se inventara eso para mí.
Un beso, David. Te doy la bienvenida a mi casa pues te había leído en blogs amigos y tus comentarios me parecían siempre muy interesantes. Te visito ahora mismo.
Que bonito, Chelo. Espero que tu madre lo lea porque es una preciosidad de dedicatoría. Si es que las madres siempre están ahí para cuidarnos y preocuparse y sin ellas no sé qué haríamos.
ResponderEliminarMe ha encantado tu preciosa entrada! Un besote fuerte :))
Hola María, pues mira, te cuento: mi madre lo leyó después de comer y, además de emocionarse, le proporcionaron carcajadas las anécdotas que cuento en este post. Dijo que, efectivamente, era una lapita (como me decía Julia más arriba), pero que le gustaba mucho que fuera así.
EliminarTú lo has dicho, sin ellas este mundo no es ni será igual.
Te agradezco mucho tu comentario tan cariñoso, linda.
Un beso muy fuerte
Qué bonito, Chelo. Aparte del texto, me encantan las fotos. Tenéis cara de ser dos niñas muy buenas, aparte de peleas con nariz de por medio, jaja. Si te contara la de lindezas que nos regalábamos mis hermanos y yo...Mi madre también me tuvo joven (20 años), es curioso cómo ha cambiado todo en apenas una generación. Eso sí, mi relación con ella no es tan cercana como en tu caso.
ResponderEliminarUn abrazo.
Sí, éramos muy buenas (y somos, jaja). Crecimos juntas, evidentemente, y siempre hemos estado muy unidas entre nosotras y a mi madre.
EliminarPor lo que dices, poca diferencia de edad hay entre tú y tu madre, pero cierto es que hay cambios generacionales abismales.
Lo que me alegra saber es que en todas las casas los hermanos se regalan "lindezas", como tú dices. Quizás el roce las provoca, ¿no?
Gracias por tus palabras y por venir, ¡un abrazo, Gerardo!
Cuántos recuerdos entrañables, Chelo.
ResponderEliminarMe temo que tenías algo de mamitis ¿no? jajaja
Este post se lo tienes que leer a tu madre, seguro que se emociona.
Un besote!
¡Hola Erika! pues sí, estaba lo que se dice muy "enmadrada", hasta el punto de lo que he contado. Menos mal que al crecer me fui despegando.
EliminarAyer le envié el post, y le gustó mucho. Se emocionó y rió, a partes iguales. Ahora quiere pintar las imágenes que puse de cabecera y pie de post, ya que le encantaron.
Un beso, pretty
¡Qué hermosos recuerdos! y mejor aún, que queden como estampas vivas dentro de tu corazón y alma. Esa complicidad con tu madre y que sigue vigente con tanto amor y entendimiento de lo que significó para ti en tu niñez, y más tarde en tu madurez.
ResponderEliminarMe alegro mucho de que las dos podáis aún compartir tertulia y lo que haga falta. Un post dedicado a tu madre que es toda una delicia leerlo, Chelo. Gracias por mostrar tus sentimientos y esas fotos del pasado que también están con vida.
Un beso muy grande, querida.
¡Hola Mila! qué ilusión me hace leerte de nuevo. No me vas a creer pero ayer precisamente, ya tarde, leí tu reciente publicación pero ya no te pude comentar, ¡casi telepatía!
EliminarRespecto a mi post, me alegro que hayas captado ese entendimiento y lo importante que fue para mí (imagino que como a todos) mi madre durante mi niñez y ahora. Ahora pienso que algo haría o tendría para que yo sólo tuviera ojos para ella y solo quisiese estar con ella ;-)
Te agradezco mucho tus palabras y el afecto que en ellas me transmites.
Un besazo, amiga.
Qué bonita relación tenéis, de verdad. Envidiable :) Un buen homenaje ahor que se acerca su día, que es también el tuyo. Ojalá dure mucho tiempo.
ResponderEliminarHolden, tu comentario me deja desconcertada ya que el día de la Madre fue el pasado domingo y, por otro lado, no es mi día. No sé qué te ha podido confundir...
EliminarLo de la buena relación sí es cierto, ¡gracias por considerarla envidiable!
Un beso
¡Ay! Chelo, qué bonita forma de contar que tienes. Este texto despliega ternura desde el principio al fin. Esta historia tan bien acompañada con las imágenes que pones deleita en grado sumo, y al mismo tiempo enaltece el contenido por el valor que le das a la relación con tu madre. Excelente narración, te ha quedado de maravilla, es un placer leerla.
ResponderEliminarUn beso.
Ariel
Corroboras con tu comentario que hice bien en poner las fotos, ya que al principio dudé.
EliminarSiempre tienes la amabilidad de aludir a mi forma de contar, y te la agradezco mucho, Ariel. Te diría eso tan manido de que "no sé hacerlo de otra manera".
Tú sí tejes verdaderas maravillas con las letras. Te debo una visita, amigo, soy consciente ;-)
Un beso muy fuerte