Hijo, ojalá no me hubieras inspirado esta historia”.
Así empezó el discurso de agradecimiento de Pedro Solís, ganador del Goya 2014 al mejor corto de animación, inspirado en la vida de sus dos hijos, Alejandra y Nicolás.
Dedico este post a mi sobrina Patricia, igual de espabilada y buena que María.
Sé que le hará mucha ilusión porque lo está esperando Ha aprendido a entrar en este Blog y comentar (podéis echar un vistazo a "La invención de Hugo").
Como ella dice ya es mayor, ¡va a hacer la 1ª Comunión! ;-)
Como ella dice ya es mayor, ¡va a hacer la 1ª Comunión! ;-)
Si no me equivoco fue precisamente Pedro Solís quien dijo hace poco en la radio que, si los besos curaran, su niño estaría sano. Escucharle fue realmente conmovedor.
Desde aquí le mando yo muchos besos a Nicolás y a todos los demás niñ@s con esta enfermedad o de otro tipo, en especial a un@ que adoro.
Por supuesto a Patri le mando un superachuchón de los que le suelo dar. Lo más bonito es que ella se deja.
Aquí tenéis el cortometraje íntegro:
"El GOYA NO AYUDA A UNA FAMILIA COMO LA MÍA"
Pedro Solís también pronunció estas palabras tras recibirlo.
Quizás más respeto y, sobre todo,
más "ayudas" sí lo harían.
más "ayudas" sí lo harían.
graaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaacias pero aun me debes 5 regalos
ResponderEliminarYa están saldados a estas alturas, corazón mío.
EliminarUn besito
graaaaaaaaaaaaaaacias te quiero mucho
ResponderEliminarPatri
Yo mucho más!!
EliminarOjalá los besos curaran, ojalá. No haría otra cosa. No me detendría ni siquiera para respirar, pues lo que de verdad ahoga es ver las dificultades que tienen estos niños para hacer las cosas más simples. O más aún, lo que asfixia, es el ver a una MADRE, afligida de sufrimiento y de rodillas, en pleno corazón de la noche, al lado de la cama de su hijo, porque reza a escondidas y a la desesperada implorando la cura del niño de sus entrañas. Ojalá también, todas las lágrimas de los padres vertidas por sus hijos con enfermedades raras, como las que ahora mismo a mí me impiden ver lo que escribo, y que se me precipitan mejilla abajo sobre los pantalones, se tornen algún día, no sé cómo, la verdad, en complacencia.
ResponderEliminarHace poco, un Angelito Precioso, uno de esos que Dios debió dejar escapar aposta para que endulzara la vida de los hombres, me hizo llegar una frase de esas que alimenta la esperanza y a la que me gusta acogerme para no renunciar a la alegría del alma y al vivir ilusionado. Decía algo así como que “los golpes de la adversidad son muy amargos, pero nunca son estériles”. No tardes mucho pues, fruto, en darle a la Madre lo que te pide y pásame a mí la factura.
Gracias, Chelo, por tu mención, la misma que me ha pellizcado el corazón, y me ha desencadenado el llanto. Gracias por tu blog, y por su vida.
Creo que precisamente gracias a ese alma alegre y ese vivir ilusionado un@ puede "tirar adelante" con esa adversidad a cuestas. Eso es algo tan tan admirable que, en lugar de "factura", justo sería que Dios, el destino, o aquello en lo que un@ crea...lo compensara con un "vale" de felicidad absoluta, sin caducidad, y extensible a toda la familia.
ResponderEliminarPero como también me dijo Alguien muy especial recientemente "La felicidad es interior, por lo tanto, no depende de lo que tenemos, sino de lo que somos"...
Por tanto, en el corazón (que con el comentario a este post ha pellizcado el mío) reside lo que un día llamaste (a propósito de una peli que me recomendaste por cierto ) el pasaporte a la felicidad...
Gracias a ti alma bonita.
Es un corto que me hace seguir soñando con un mundo en el que todos los niñ@s sean como María y sigan así de adultos. Un mundo en el que no seamos individualistas y las personas nos besemos y nos abracemos más.
ResponderEliminarYo por mi trabajo también conozco a algunos niñ@s con enfermedades raras y desde aquí les mando muchos besos y abrazos a tod@s ( a los que tengo el placer de conocer y a los que no conozco) y por supuesto también a las madres, a las cuales no tengo suficientes palabras para expresarles toda mi admiración .
Besos mil
Qué bonito. Lo sé, y sé que lo dices de corazón.
EliminarMuchos besos para ti,
Chelo