¡Hola amig@s! Hace días que volví del viaje, pero entre unas cosas y otras, me está costando volver a la normalidad (y a la pura realidad). No es que el viaje no fuera real, pero es que aún sigo un poco en las nubes.
Hoy, viernes, creo que es un buen día para retomar el blog y por eso aquí estoy.
Hoy, viernes, creo que es un buen día para retomar el blog y por eso aquí estoy.
The Hotel |
Veréis, volamos desde Barcelona hasta Edimburgo, lugar en que un autobús nos trasladó a Inverness (a unos 250 km).
Inverness es considerada como la capital de la región de las Highlands (tierras altas de Escocia) y está ubicada en la desembocadura del río Ness.
En esta ciudad teníamos el hotel, que tengo que decir que era una maravilla. Tenía una escalera ("recreación" de la del Titanic), como os muestro en la foto.
Inverness es considerada como la capital de la región de las Highlands (tierras altas de Escocia) y está ubicada en la desembocadura del río Ness.
En esta ciudad teníamos el hotel, que tengo que decir que era una maravilla. Tenía una escalera ("recreación" de la del Titanic), como os muestro en la foto.
La chica de la recepción, vallisoletana de pura cepa y muy dada al palique, contó que el hotel tiene fama de estar encantado por cosas raras que han sucedido en él, como que se mueven las lámparas, que los cubiertos cambian de sitio o que, una vez, desapareció una figura de un cuadro. Puso tanto énfasis contándolo que una amiga mía no pegó ojo esa noche.
Esto fue lo de menos, así como que me rompieran la maleta en el aeropuerto. Puse allí la reclamación pertinente que ha sido atendida favorablemente por la compañía aérea, lo cual me ha resultado muy satisfactorio.
Lo de más fue que, al día siguiente de llegar, falleció el padre de J., uno de nuestros viajeros. Fue muy triste su despedida en la estación de ferrocarriles, a punto él de coger un tren hacia Edimburgo desde donde debía volar de vuelta a España y corriendo nosotr@s hasta alcanzarle y despedirle con un abrazo. Todos le echamos mucho de menos los días posteriores.
Lo de más fue que, al día siguiente de llegar, falleció el padre de J., uno de nuestros viajeros. Fue muy triste su despedida en la estación de ferrocarriles, a punto él de coger un tren hacia Edimburgo desde donde debía volar de vuelta a España y corriendo nosotr@s hasta alcanzarle y despedirle con un abrazo. Todos le echamos mucho de menos los días posteriores.
Panorámica de Inverness |
La misma noche de nuestra llegada (era Saturday night), fuimos a tomar algo en el típico pub con música en directo y tuvimos tan buena suerte que una mujer llamada Heidi cantaba canciones de Frank Sinatra (en la foto la podéis ver detrás del grupo). Tenía una voz espectacular. Luego visitamos otro donde había un karaoke en el que cantaba gente con muy buena voz como podéis comprobar en el vídeo de abajo.
Al día siguiente visitamos la Isla de Skye y de camino pudimos contemplar el lago Ness, ¡qué maravilla!
Lago Ness |
Bajando a tocar el agua del lago |
Atrapando al monstruo Nessie |
Eilean Donan al fondo |
Skye Bridge |
Todo ello haciendo una parada en Sligachan at the Cuillins, viendo también las cascadas de la foto:
Fails of Clyde (Cascadas) |
La excursión al Urquhart castle (en la foto de abajo) resultó ser espectacular por las vistas desde lo alto del mismo:
y también ese día vimos Clava Caims, conjunto de tres túmulos funerarios de 4.000 años de antigüedad, cada uno de ellos rodeado por un círculo de piedras. Es, como si dijéramos, una tumba circular de piedra, con cámara, de la Edad del Bronce.
La guía nos prohibió coger piedras porque se ve que a la gente se las lleva al contar la "leyenda" que te recargas de energía positiva tocándolas.
Clava Caims |
Otra excursión preciosa fue a la isla de Jhon O'Groats, de donde son las fotos de abajo. Además del color de las casitas, vimos un espectacular y grandioso arco iris (por el que no sé si sabéis que yo siento debilidad):
Río Ness de día |
De día, por la tarde, de noche... a cualquier hora, era un placer pasear bordeando el río Ness, cuyo puente luce de distintos colores al anochecer.
Río Ness al anochecer |
En lo que respecta a la comida me pareció exquisita, y eso que soy un poco bastante tikismiquis con la carne.
Roast Beef. con Yorkshire pudding y Seasonal Vegetables |
Salmon con Vegetables |
Cakes |
Coffee with whisky |
Con dos típicos escoceses |
Y como cosas singulares, ¿qué puede haber más típico en Escocia que lo que os muestro en las fotos de arriba y de abajo?
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El famoso KILT |
El kilt es una prenda de tela tartán, fabricada con rayas verticales y horizontales en diferentes tonalidades sobre un fondo de color, que se usa atada alrededor de la cintura. En los siglos XVI y XVII formaba parte de la indumentaria cotidiana masculina de las tierras altas de Escocia.
Huelga decir que me compré una falda escocesa y unas orejeras (también escocesas) para no pasar frío en el próximo viaje. Fue lo que peor llevé, estar a 2 o 3º todo el tiempo, yo que soy de clima mediterráneo.
Otra cosa típica fue visitar el Victorian Market, que como su nombre indica es un mercado victoriano de una estructura arquitectónica impresionante y que tiene una serie de originales tiendas (hasta de alquiler de gaitas):
Otra cosa que me impactó fue una tienda de libros de segunda mano, por la ingente cantidad que allí había, hasta el punto que la chica que la regentaba estaba tan rodeada de pilas de libros que casi ni se la podía ver:
¿Veis al fondo a la chica, en un sillón negro? |
Castillo de Edimburgo |
Tan solo me resta añadir que ha sido, de nuevo, un placer viajar con L., M.J. y P. (L., que me lee y alguna vez escribe, quería que figuraran solo las iniciales y sus deseos son órdenes para mí).
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