Doce son los años que cumple hoy mi blog. Mirad si estoy metida de lleno en la tragedia más grande que ha habido y vivido mi tierra, la dana de este pasado mes de octubre, que llevo días pensando hablar de ella en mi post y estaba convencidísima de que este era el aniversario número 13, y eso que no soy supersticiosa... Tampoco soy de usar tópicos pero disculpad si empleo alguno inevitable en estas circunstancias y también si redundo en cosas que ya se han dicho o escrito. Lo que quiero hacer es plasmar, a modo de desahogo, mi particular visión; así como contar algo de lo que me encuentro muy satisfecha.
Aunque en mi provincia, Castellón, no pasó nada que tuviéramos que lamentar, desde entonces estoy un poco sobrecogida e indignada.
Mi sobrino J., en Algemesí el 4/11/2024 |
Sobrecogida por la cantidad de imágenes y testimonios que he visto de los que han perdido a alguno de sus familiares o amigos, de los que se han quedado sin su casa, y de los voluntarios que intentan dejar transitables las calles, no llegando a todo como me contaba día a día mi amiga P., de Alfafar, uno de los pueblos más afectados, y también mi sobrino J. que estuvo en Algemesí.
Y, aunque no suelo hablar de política, estoy muy indignada (como la mayoría de los españoles) por la falta de capacidad de gestión de los políticos.
En mi opinión, el origen de la catástrofe está en que se minimizaron los riesgos y no se calibró bien el alcance de algo que podía acabar en tragedia y terminó siéndolo.
A posteriori, esos mismos políticos que debieron ocuparse de ello no hacen más que sacudirse las culpas porque no quieren ver mermado un ápice ni su poder ni su imagen ni, por supuesto, su bolsillo. Ni quiero hablar (a propósito de este último) del estupor que me crea la sombra que empieza a acompañar a los contratos adjudicados a dedo para la reconstrucción de la zona.
Pero yo me siento muy orgullosa de haber aportado mi granito de arena. Pude gestionar una recogida de zapatos y ropa interior, que es lo que más falta hacía en un momento dado en Alfafar, según me hizo saber una persona tan comprometida y entregada por naturaleza como es P.
Esa primera noche apenas pude dormir pergeñando cómo difundir esa necesidad y la forma de hacerle llegar todo. Me planteé mil formas, incluso enviarlos a través de Correos, y me encontraba preguntándome a mí misma en mitad de la noche: "¿Pero qué Correos? Si seguramente el agua se llevó también sus oficinas...".
Al final te das cuenta de que cuando quieres, puedes.
De casualidad, como siempre sucede cuando el universo te echa un cable, apareció un "ángel de la guarda": mi amiga G., valiente y generosa de por sí.
Tenía que visitar la zona, al cabo de unos días, en calidad de enfermera. Las puse en contacto y juntas trazamos un plan que se llevó a término, cargando su coche con todo, desviándose un poco de su destino y salvando alguna que otra dificultad hasta que se encontraron.
Es fácil imaginar que el agradecimiento de P. fue infinito, así como el mío para con las dos.
Pues bien, si yo que no soy nadie como quien dice, sentí satisfacción por haber podido realizar ese gesto, me gustaría saber qué sienten las personas que tienen responsabilidades más altas e importantes cuando las cumplen y, también, qué es lo que sienten cuando NO las cumplen, además sin albergar algunos (al menos aparentemente) ningún sentimiento de culpa.
Además de vivir una realidad paralela, más centrados en su permanencia en el sistema montado que en el daño que han sufrido muchos ciudadanos, creo que están ciegos: no ven que las emergencias no entienden de competencias.
En definitiva, única y exclusivamente cada una de esas personas con mando y grandes responsabilidades sabe qué tenía en la cabeza en cada momento de ese fatídico día 29 de octubre. Y, en su caso, es con su indolencia con lo que deberán convivir.
Hace poco hice mía esta frase que leí: "Voy por lo difícil, por lo fácil siempre hay fila".
Sirva este post de alabanza a todas aquellas personas que van "por lo difícil", organizando, coordinando y encargándose de que las cosas lleguen a los vecinos que más falta les hace, como hicieron tanto mis queridas amigas P. y G. como gente de toda España.
Estas personas SIRVEN en el sentido estricto de la palabra.
Ojalá estas personas encuentren gaman. Es esta una palabra que escuché muchas veces cuando estuve en Japón.
Y sirva el post de reprobación a todos los que gobiernan a estos corazones solidarios cuando están (aquellos) por otros intereses, o se dejan llevar por la desidia, o simplemente son ineptos.
Estas personas NO SIRVEN en el más amplio sentido de la palabra.
En definitiva, yo me siento muy agradecida por la histórica solidaridad que todo el mundo ha mostrado con mi bonica terreta.
💔
Gracias, Chelo. Creo que una mayoría de los ciudadanos nos sentimos como tú y pensamos como tú. Yo aún quiero ir más lejos y me gustaría que todos ellos (los unos y los otros) dimitieran y dejaran paso a otras personas que sí cumplan con el propósito de servir y gestionar las necesidades de un país. Pero bueno, tampoco siento ira, simplemente, espero que como bien dices, sus conciencias les ponga a cada uno en su sitio, o quizá la Vida sabia...
ResponderEliminarAbrazo.
Gracias por venir y por tu comentario, Clarisa. No se van a ir, lo tengo claro (ojalá me equivoque). Hacen caso omiso a las reivindicaciones, manifestaciones, abucheos... Les da igual lo que queramos, es bien triste.
EliminarOtro abrazo para ti.
Lo ocurrido en Valencia, principalmente, y otros lugares con este diluvio es una catástrofe que aun no hemos terminado de valorar. Tengo mucha familia que lo ha sufrido y con grandes perdidas pero afortunadamente a ninguno le ha pasado nada. Siempre con los que lo estan pasando mal, ojala los gobiernos hicieran la mitad de lo que hacen los voluntarios. Un abrazo
ResponderEliminar¡Felicidades por el cumpleblog!
Siento las pérdidas, aunque sean materiales, de tus familiares, Ester.
EliminarSí, aún no se ha cuantificado todo, y va para largo me temo.
Los que gobiernan debieran haber tenido la misma premura que han tenido los voluntarios, pero como vemos, no es así.
Muchas gracias por tu felicitación y muchos besos.
Lo primero felicidades por estos doce años de blog. Y lo segundo, mi apoyo y enhorabuena por esa acción que llevaste a cabo. Yo pienso que en situaciones así, no hay acciones pequeñas. Para la persona que se quedó sin calzado y, gracias a vuestra aportación, va a poder ponerse unos zapatos te aseguro que vuestro acto es una hazaña digna de loa.
ResponderEliminarLo pero de todo es que me temo que la reconstrucción va a enriquecer a los mismos desaprensivos de siempre y ya sería el colmo que construyan en los mismos sitios inundables para que que en unos años, pocos según va el clima, vuelva a suceder lo mismo. Como no se tomen en serio lo del cambio climático vamos a tener que llorar muchos desastres como este.
Un beso enorme amiga.
Gracias mil por tu doble felicitación, Rosa. Cierto lo de que muchas acciones pequeñas contribuyen a mejorar aunque sea un poco la situación. Además es que, como me decía mi amiga, las necesidades van cambiando según pasan los días. Y hay cosas a las que no alcanzan las manos de los voluntarios por más voluntad que pongan.
EliminarLo de sacar partido algunos con el tema de la reconstrucción me parece tan tan bajuno... tanto como conceder licencias para construir según en qué zonas a sabiendas. Como decía Juan Carlos, "en estas manos nos encontramos".
Un abrazo gigante, amiga.
Felicidades en este duodécimo aniversario y mi dolor por lo que ha sucedido.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu felicitación y la empatía que muestras. Un saludo.
Eliminar¡Discúlpame! No recordé que estás en Valencia, para haber venido antes a hacerte saber que lamento muy profundamente lo que les ha sucedido y que deseo que puedan recuperarse de la mejor forma y en el menor tiempo posible.
ResponderEliminarRecibe un abrazo inmenso.
No hay que disculpar nada, Sara. Si soy yo la que ha estado ausente un año, que se dice pronto... Pero no quería dejar de celebrar como he hecho siempre, ni renunciar al desahogo en este espacio mío.
EliminarLa recuperación será larga porque ha quedado devastada la zona. Ojalá las ayudas a los damnificados no se demoren.
Un fuerte abrazo.
Aparte... mí felicitación por el aniversario de tu blog. ¡Sigue siempre!
ResponderEliminarMuchas gracias por tus palabras tan animosas :)
EliminarBuenos días amiga.
ResponderEliminarPues yo seré el primero en dejarte un comentario alabando la solidaridad de las personas que sin obligacion salieron, abandonmando su zona de confort, para ayudar a otros prójimos en su necesidad y penuria.
Como siempre se viene demostrando en estos casos, la talla humana se mide en estos casos, los del servicio altruísta a otra persona desconocida en sus momentos difíciles. Esto en terminos cristianos se denomina caridad que es conocido con el nombre de AMOR con mayúscula. El amor que implíca entrega y sacrificio.
Una vez má, se ha demostrado la grandeza de los muchos, humildes y anónimos ciudadanos. De esos otros que en teoría nos representan seguimos sin esperar nada. Los miserables y los imbéciles son muy peligrosos y van de la mano. Lo peor es, cuando se juntan con los malvados. Y aquí se han juntado unos cuantos para sacudirse las responsabilidades de la catástrofe ¿Cuántos se sacudieron el barro?
Que esto no se repita es mi deseo como el de todos. Pero por desgracia, y siempre que estos estamentos ocupados por ineptos nos gobiernen, tendremos que sacar castañas del fuego con nuestros propios medios y manos. Lo del Covid fue otra buena jugada del dstino donde tampoco dieron la talla esta banda de desalmados.
Mi felicitacion por esos 12 añitos de un blog un tanto abandonado a su suerte, tal como el mio, pero es que la vida sigue fluyendo y no hay tiempo para todo.
Muchos besos
Buenos días, Javier. Es tal cual lo dices: en estos situaciones difíciles hay que salir de la zona de confort y hacer un pequeñito sacrificio, no menos de lo que nos gustaría que los demás hicieran por nosotros.
EliminarCompartimos todos esa indignación con la clase política y nuestro mayúsculo desengaño hacia ella.
No estábamos pidiendo que detuvieran el agua, como si de un milagro se tratara...
Simplemente se pedían dos cosas muy sencillas: que estuvieran a la faena y que lanzaran un mensaje de alerta a los ciudadanos. Punto.
No creo que haga falta ser muy lumbreras para llevar a cabo ninguna de ellas. Por contra, algunas vidas se hubieran salvado.
Pero no. Salió a la palestra otra vez la poca decencia, inaptitud e ineptitud de muchos.
Por lo demás, gracias por tu felicitación. Sí, pobre blog, abandonado a su suerte... A ver si pongo remedio.
Termino agradeciéndote especialmente la imagen que me regalaste el día de su aniversario. Me encantó y, como puedes ver, ya luce arriba a la derecha :)
Un fuerte abrazo, amigo.
¡Pues no! Pensaba que era el primero pero fuí el octavo. Otros compañeros madrugaron más ;)
ResponderEliminarYa sabes eso de que no importa quién llegó primero sino quién llegó y nunca se fue :)
Eliminar
EliminarJuan Carlos ha dejado un nuevo comentario en la entrada "12 aniversario del Blog":
Dicen, lo veo en las imágenes de televisión, que los efectos de la DANA han sido semejantes a los de una zona bombardeada o en guerra. Tu foto de los zapatos me han hecho recordar la de los cientos de zapatos de Auschwitz. O sea, me ha hecho profundizar en lo terrible y horroroso que ha sido lo ocurrido en tu Comunidad, querida Chelo.
Sobre los políticos, ¿qué te voy a contar? Impresentables todos, buscando rédito partidista siempre y cicateros en la concesión de ayudas. Tu gesto solidario ha sido fantástico. Se dice que de esta ha quedado el eslogan de "Sólo el pueblo salva al pueblo", y es, está siendo o ha sido verdad, aunque qué peligroso es que nos acostumbremos a vivir obligados a resolvernos por nosotros mismos los problemas sobrevenidos y que aquellos a quienes damos buenos sueldos por solucionarlos se vayan de comidas o citas internacionales nada urgentes. En estas manos nos encontramos.
Un beso, amiga
Mil gracias por tus palabras, Juan Carlos. A mí me pasó lo mismo que a ti cuando vi la foto de los zapatos publicada en el periódico. Y, fíjate qué cosas, esa foto la vi después de hacer yo la mía, por lo que exponer las dos aquí fue inevitable.
ResponderEliminarHay mucha verdad en tus afirmaciones, pero ¿sabes qué me molesta de forma brutal? Que algunos de esos políticos que no hacen nada quieran quitar "lustre" a la frase de que "Sólo el pueblo salva al pueblo" restando méritos para atribuírselos, ¡encima!
Yo todavía no sé cómo somos capaces de consentir tanto, la verdad.
Otro beso, amigo.
Estimada Chelo,
ResponderEliminarTengo mucha suerte de tener una amiga como tú. Eres una persona increíble.
Como tu bien sabes, resido en Alfafar, uno de los municipios arrasados por la DANA. Antes de la tragedia, Alfafar era pura vida, pero la noche del 29 de octubre, un agua cruel que bajaba de un barranco desbordado, se cebó con él al igual que lo hizo con muchos municipios. Desde entonces, el tiempo se detuvo.
A partir del día siguiente de aquella fatídica noche, una sensación de desamparo se apoderó de nosotros. Al mismo tiempo, veíamos con incredulidad el teatro del oportunismo de la clase política y su total incompetencia con una mezcla de dolor, miedo, rabia e impotencia.
Y, en medio de esta tragedia, ángeles como tú y G. aparecisteis en el escenario para ayudar al pueblo de Alfafar, para ayudar a gente que lo había perdido todo.
El pueblo necesitaba materiales de primera necesidad. Y, vosotras sorteasteis todos los obstáculos (los accesos eran complicados) para hacernos llegar todas aquellas cosas necesarias para paliar la angustia de un pueblo devastado. Entre muchas cosas, llevasteis ropa interior NUEVA, recién comprada para niños, niñas y adultos. No tengo palabras suficientes para agradecer esta ayuda, puesto que se dieron casos, de gente que se desprendió de prendas que eran inservibles. Hay que tomar conciencia de la ropa que se entrega en una ayuda humanitaria pues no todo vale. Con el no todo vale, hago referencia a lo que esté roto, dañado o desgastado.
En cambio vosotras, hicisteis una recolecta y comprasteis ropa interior nueva, entre otras muchas, muchas cosas y eso, es digno de mención y de un profundo agradecimiento.
Tu apoyo ha sido invaluable, Chelo y te/os agradezco mucho de corazón, en nombre de todas las personas de Alfafar que recibieron vuestra ayuda, vuestra labor en el momento más triste de nuestras vidas. Gracias por ser la luz de aquella oscuridad.
¡Gracias por tu mención!.
UN MUY FUERTE ABRAZO
Mi querida Pilar:
EliminarEn primer lugar quiero darte las gracias a ti por venir, mejor que tú no puede hablar nadie de ello ya que vives en la zona 0 de Alfafar.
Me han emocionado tus bonitas palabras hacia mí, por lo que gracias de nuevo. Te repito que no hice ni más ni menos que lo que tú hubieras hecho si hubiese sucedido al revés. Y lo sé porque conozco tu calidad humana desde hace lo menos 20 años.
Tu testimonio da idea de la magnitud de la tragedia... ¿qué supone, sino, para algunas personas quedarse sin ni siquiera ropa interior?Significa que han perdido todo, hasta lo más básico, y que por tanto esas personas necesitan que se les ayude.
Estando tú allí a primera fila resultó fácil, muy fácil, a pesar de tener que salvar algunos "escollos" en el camino.
¡Ah! Que no se me pase decir a propósito de esto, que me parece muy oportuno tu "tironcillo de orejas" a quien aprovecha estas situaciones para deshacerse de lo viejo o inservible. A nadie nos gustaría recibir algo así, creo. Al final todo se reduce a ser un poco empáticos o incluso, en algunos casos, practicar la caridad que mencionaba mi amigo Javier más arriba.
Por lo demás, eres tan tan prudente que hasta este comentario no te había leído nada sobre la clase política que nos gobierna, que dicho sea, tienen de todo menos "clase". Les calificas de oportunistas, sí señora, así los vemos muchos también.
Termino con el deseo de que Alfafar llegue pronto a ser lo que fue y enviándote otro fuerte abrazo, amiga ♥♥♥