27/11/2017

No alabarás los bienes propios


¿Que el café de la cantina de tu sitio de trabajo te parece una auténtica birria y tú tienes una cafetera personal? ¡No se te ocurra comentarlo! Al cabo de unos días te aparecerá alguien preguntándote, no ya si puedes invitarle a un café (que lo harías encantad@) sino diciendo: "oye, ¿me dejas utilizar tu cafetera?".
¿Que tu despacho es un lugar tranquilo, espacioso, con una silla cómoda recién comprada, y un solecito que se asoma a vueltas del mediodía? ¡Ni mentarlo! Aparecerán 'okupas' de más peso que tú y acabarás siendo desalojado por ellos.
¿Que sueles hacer un viaje perfectamente organizado, en unas fechas concretas y te resulta fenomenal de precio? ¡Terminantemente prohibido alardear de ello! En seguida salta alguien con lo de "al año que viene me avisas y yo también iré".
Como puede que no te guste que estén manejando tu cafetera a todas horas, o que el desalojo te suponga un gran fastidio personal, o simplemente no te apetezca viajar con alguien conocido pegado al cogote, mejor te callas, que sabido es que "en boca cerrada no entran moscas" y que la gente es muy caprichosa con lo que ve y descaradamente osada cuando pide.
Pensándolo bien, no sé por qué escribo esto ya que puede que esté dando pistas a algunos amantes del café, de espacios ajenos o de darse una vuelta por el mundo.
Me voy, pues, sin decir a nadie que presento este escrito a un concurso, no sea que me salgan competidores.
 
 
 

21/11/2017

5º aniversario del blog



Hace un año os dije, en un post titulado Sorpresa, que "todos y cada uno sois una pieza fundamental en el puzzle que constituye mi blog". 
Quiero, pues, compartir con vosotros la alegría que me produce deciros que  h o y     c u m p l e     y a      5      a ñ o s.


Os voy a contar qué ha pasado en este último año:

Aunque el objetivo principal de esta bitácora es el que es, sabéis que me gusta tomar también otros derroteros como la reseña de algunos de los libros que leo.
Como muestra destaco dos de ellos:
-Uno, porque me encantó: "La suma de los días" de Isabel Allende, donde deja claro que la vida es un "proceso desordenado, rápido y lleno de imprevistos", y al final resulta que sólo hemos vivido aquello que podemos evocar.
-Y el otro es "La felicidad es un té contigo", de Mamen Sánchez, porque fue un regalo de mi querida amiga Rosa Berros. De esta autora me quedo con la frase: "Las mujeres, al contrario que los hombres, son capaces de hablar durante horas de un problema sin tratar de encontrarle solución. Sin planear el próximo movimiento".

Para movimiento, películas. Y estas son las que he reseñado este año:
-Dentro de la sección Alalimón que comparto con mi querida compañera y amiga Kirke, hice una edición especial reseñando "Un monstruo viene a verme". Digo que fue especial porque ella había leído y reseñado el libro con anterioridad. Me quedé con el siguiente mensaje de la película: "Si dices la verdad, podrás enfrentarte a todo lo que venga".
-Ya juntas publicamos  "El secreto de sus ojos", que tanto ella como yo dedicamos a nuestro también querido amigo común  Francisco Moroz por habernos sugerido el título. Como allí os decía "encierra un secreto que solo podéis descubrir viéndola".
-Viendo precisamente  "Las vírgenes suicidas", que también reseñamos conjuntamente, me vino a la mente la siguiente frase de Neruda que seguramente conoceréis: "Si nada nos salva de la muerte, al menos que el amor nos salve de la vida".
-Fuera ya de la sección Alalimón, reseñé en un post estas dos películas: "Tarde para la ira" y "Que Dios nos perdone". Allí fue donde transcribí, dado el contenido de ambas, la frase de Isaac Asimov"La violencia es el último recurso del incompetente".
-Poco de incompetente tenía una mujer que fue capaz de ejercer poder sobre sus vecinos a través de la ropa, la protagonista de "La modista", que también reseñé, cuya directora afirmó: "El amor es un factor crucial para la paz interior de cada uno".
-Y mucho amor hay en "Lo que de verdad importa" pues su director, Paco Arango, se propuso con esta película "que niños españoles con cáncer puedan disfrutar de una semana alejados de hospitales".


Ana
Fue esta terrible enfermedad la que se llevó a mi dulce amiga y compañera de trabajo Anita, a quien escribí un panegírico y a la que sigo echando de menos en la cotidianeidad de todos los días en mi centro de trabajo.
Lo mismo hice con nuestra amiga virtual Gema Avefénix. Me enteré de que había fallecido por una entrada que publicó su marido y que me entristeció sobremanera. Era pura vitamina humana como dije en su día.

Y es que "la vida es un pequeño espacio de luz entre dos nostalgias, lo que no has vivido y lo que no vas a poder vivir". Es la frase que no puedo dejar de rescatar para esta ocasión y que transcribí en un post acerca de la sensacional charla a la que asistí de Rosa Montero sobre su libro "La carne".
Laura Rojas-Marcos
Tampoco me perdí otra charla-coloquio sobre la culpa que ofreció la psicoterapeta Laura Rojas-Marcos. Acabó la misma diciendo"Todo lo que nos guardamos dentro hay que procesarlo porque lo que se queda en la cabeza o en el corazón, por algún lado acaba saliendo". 

Guardados y pendientes de publicar tenía, por cierto, unos premios, y acabaron saliendo. Entre las preguntas que tuve que contestar (condición implícita al premio) dije que entre mis aficiones favoritas estaban "besuquear a mis sobrinos, caminar y mi blog"y como curiosidades sobre mí dije que "no me gusta depender de nadie ni pedir favores". Se me hicieron muchas preguntas también, de las que he seleccionado estas dos:
-"¿Qué sientes cuando te leen y te dejan un comentario?. Respondí: "Una mezcla de intriga, emoción y agradecimiento".
-¿Qué esperas, o te gustaría encontrar, en los blogs que visitas?. Contesté: "Ya he encontrado más de lo que pretendía, así que no espero nada nuevo sino mantener lo que tengo".

Si algo tengo claro es que una forma de mantenerlo es participando en lo que algunas cabecitas pensantes proponen, por lo que seguí el reto llamado Tres días, tres citas que, como confesé, adapté a mi gusto escribiendo citas de películas. De entre las que puse en su día, me quedo con la siguiente de "Siete almas":
- "¿Por qué yo? ¿Por qué haces esto por mí? (personaje secundario)
- Porque eres una buena persona..., incluso cuando crees que nadie te está mirando". (Ben Thomas, interpretado por Will Smith).
Asímismo, participé en un concurso de la Comunidad "Escribiendo que es gerundio" (creada por dos queridos y sensacionales blogueros: Julia C. y Francisco Moroz), en la sección "Los refranes de tu vida", con un relato titulado "A enemigo que huye, puente de plata" donde quedó patente que mejor no mentar a los hijos de otro, así como también en la sección "Alrededor de un tema", con el relato "Despecho" donde nada es lo que parece.
Montaje de Eme en su blog
En otra iniciativa que tuvo mi estimada compañera bloguera Eme, conté mi primer viaje a Madrid y ella me dijo, con esa originalidad que la caracteriza: "si yo tuviera que jugar a comer manzanas con las manos atadas buscaría a Chelo".
Y no atadas sino encadenadas tenía por nombre otra iniciativa que continué, que trataba de lecturas. 
En esta ocasión me la propuso Rosa Berros. Tenía nada menos que leer un libro que empezara por "GA", pero...¿qué hizo una servidora?. Pues acoplarse nuevamente las normas y ver una película, "El gato desaparece", un thriller psicológico del que hice reseña. Como os dije, al día siguiente de ver la película me encontré un gato en mi portal, le hice una foto para el post y la foto la perdí (o también desapareció, no sé). Suena a broma del destino, pero no lo es.

Lo que no fue broma sino un "jugar al despiste" fue el post "Sin ti", declarando a los cuatro vientos que rompía con ÉL, consciente de que volvería a buscarme cuando terminara el verano. Me refería al otoño, claro.

Llegó Navidad y el final del 2016, y os deseé "un nuevo año en el que mantener (o recuperar) la alegría, candidez e ilusión del niño que llevamos dentro". Y fue ya en 2017 cuando me convertí en interiorista por un día y os dí unos consejos para un hogar feliz, entre los que figuraban "dejar en la mesilla de noche una cajita donde guardar los sueños".

Por San Valentín rescaté una poesía que escribí hace muchísimos años en la que osé indicar cómo llegar al corazón de alguien. 

Y, de corazón, dediqué algunos posts:
-Uno a mi queridísimo sobrino Miquel, de 2 años, porque una nena le tocó el suyo (además de su carita), dejando yo patente en el post que el amor no tiene edad. 
-Otro a mi madre, esa mujer que cocinaba conmigo en brazos, que dijo que Machín escribió una canción para mí y que me dijo que mi nariz de niña era como la suya para hacerme feliz. Hace tiempo que os enseñé los cuadros que pinta con sus manos de plata, y es que, hablando de manos, dediqué un post al poder que tienen las mismas, desde las del policía que te ordena detenerte hasta aquellas que furtivamente en ocasiones acaban enlazándose con las nuestras.
-También dediqué una entrada a alguien muy plasta, alguien enorme llamado Don Pensamiento Recurrente al que intento dar esquinazo cada vez que hace amago de aparición.
-Otro post fue para un querido amigo mío, profesor de Lengua Castellana, con el que hubiera pecado de desagradecida SI NO le hago una dedicatoria aplicando una regla gramatical que tuvo a bien enseñarme con infinita paciencia.
-Incluso tuvo su dedicatoria el silencio, del que quise recopilar sus clases, y a las que podría añadir el 'silencio bloguero'.

Lago Ness
Ese silencio bloguero fue el que reinó en mi blog al marcharme de viaje, porque si recordáis estuve una semana con amig@s, en uno organizado, en las Highlands (Escocia), haciendo la correspondiente crónica. 
Igualmente vino más silencio con la llegada de mis vacaciones al tomarme un respiro, alegando excusas del tipo: tener que acompañar a Patri (mi sobrina pequeña) en su cuaderno de vacaciones, tomar cañitas con los amigos o hacer barbacoas en familia. Fue con esta, con la familia, con quien viajé esta vez por el norte de España (Cantabria, parte de Asturias y Bilbao), siendo esto lo que os conté al retomar el blog, además de enseñaros "mis obras de arte", en especial La Venus de Milos, a la que me atreví a llamar mi "obra maestra".

Otro atrevimiento mío fue un microrrelato en el que, metafóricamente, abrí los ojos a la protagonista en cuanto a su relación tras quedarse dentro del coche en un túnel de lavado.

Pero si verdaderamente hay algo que te hace abrir los ojos son las críticas. Y a ellas me sometí por propia voluntad, en el blog "La isla de los Blogs" donde se me hizo una mención especial en la que se decía que algunas personas habían votado el mío por (-copio literalmente-): "Una sección llamada Alalimón que tiene con otra bloguera respecto a libros que se han llevado al cine. Chelo habla de la película y la otra del libro"  (es por ello que dediqué un post a Kirke Libris, porque ella es esa "otra persona").
Allí fue donde (entre otras cosas menos bonitas pero igualmente dichas con respeto y cariño) se afirmaba literalmente:

 "Chelo ha conseguido una comunidad de amigos,
más que de lectores".

Y aquí quería yo llegar después de todo lo dicho porque, efectivamente, esos sois vosotros, 
¡tú que estás leyendo esto ahora mismo! 

Por entonces los seguidores erais 136 y hoy 157.

Así, puntada tras puntada, -al igual que esa modista a la que antes aludía al hablar de la película-, además de coser reseñas de películas y libros, hacer algún repunte con micros, tricotar alguna poesía, hilvanar dedicatorias, poner algún ribete a mis viajes y dejar entre alfileres la posibilidad de participar en concursos, he bordado lazos de amistad con todos vosotros usando hilos de confianza, entusiasmo y, sobre todo, ilusión.

Por todo ello, os regalo esta tarjeta postal a todos y cada uno de vosotros:






*Las palabras o frases en color rojo contienen los enlaces a los respectivos posts. 



15/11/2017

El despecho



Nando conoció a Eva en una reunión de vecinos. Le resultó muy empática porque salió en su defensa cuando uno de ellos, Rodolfo, le acusó de dejar la bicicleta en el rellano de la escalera e invadir una zona de paso. Ella le espetó sin contemplaciones a este último: "Pues peor es dejar el cubo de basura como haces tú".

Cuando acabó la Junta, Nando y Eva se quedaron cruzando unas palabras y él creyó ver un brillo especial en sus ojos que no acababa de descifrar. Intercambiaron sus teléfonos y, de inmediato, Nando le empezó a enviar mensajes a todas horas. Ya le decía su madre que no tenía término medio, o todo o nada.

Eva pensó que debía dejar las cosas claras cuanto antes y, un día que se lo encontró en el portal, le sacó el tema como quien no quiere la cosa dejándole muy claro que su interés por él no iba más allá de las relaciones de buena vecindad.
Nando se sonrojó y se sintió avergonzado por lo que él intuyó que eran unas calabazas en toda regla.

En lugar de mensajes, Eva empezó a recibir postales anónimas en el buzón. Como siempre iba con prisas, las sacaba colocando la mano por el hueco, hasta que un día en que parecía tener más correspondencia de la habitual abrió con la llave. Allí, entre tanta carta, vio un montón de arañas que le hicieron lanzar un grito que oyeron hasta los vecinos del ático.

Eva, que de tonta no tenía un pelo, ató cabos; sin embargo, ni muerta era capaz de pensar que detrás de lo sucedido pudiera estar la mano de su despechado vecino.

Un día, al llegar desde el garaje al hall de su edificio, vio de lejos a alguien parado enfrente de los buzones. De puntillas y sin hacer el menor ruido se escondió detrás de una columna para poder observar mejor sus movimientos. Se olía que algo tendría que ver con "lo suyo". Apenas podía distinguir quién era porque era de noche, estaba la luz apagada y ella evitó encenderla.
Esa persona parecía coger con una bolsa de plástico algo del interior de un bote, algo extraño que soltaba dentro de un buzón que desde la distancia no acertaba a divisar.
De repente, esa persona comenzó a andar en la oscuridad hacia donde ella estaba. Le latía tan fuerte el corazón que temía que la encontrara allí agazapada espiando.

Por suerte, cogió el ascensor y Eva suspiró aliviada. Tenía la intuición de que en ese bote lo que había era arácnidos, así que se quedó mirando expectante los números luminosos que indicaban por qué planta iba pasando. Recorrió la primera, la segunda, la tercera, la cuarta... Ella esperaba que se parara en la quinta, la de Nando, pero cuál fue su sorpresa que lo hizo en la sexta, la de Rodolfo.
E inmediatamente pensó en esa frase que dice "quien no tiene enemigos o no ama la justicia o nunca dijo la verdad ".

*Relato presentado a concurso (sin éxito) en la Comunidad "Escribiendo que es gerundio", en la sección "Alrededor de un tema" (había que emplear las palabras: "araña", "calabaza" y "muerto").


 

07/11/2017

Si no...


- "¿Vas a vigilarme?", preguntó él.

- 
"Sabes que si fuera a vigilarte te diría que no, para que te confiaras.

Si no fuera a vigilarte te diría que sí para que actuaras bien.
Bien sabes que, no es que no pueda evitarlo, sino que no quiero, y tú no deberías pensar tanto en mí porque, cuanto más lo haces, más fuerte es mi deseo de acompañarte.
Si mis pasos no te acompañan sino que te molestan, moléstate tú en no preocuparme.
Si no te preocupas ni me quieres a tu lado sino que prefieres volar solo, entonces demuéstrame que eres capaz de ello; si no, ahí estaré.
Estaré porque...sí, soy tu miedo y, a la vez, tu sino. ¿Quién si no iba a ser?".


 





*Este post va dedicado a un amigo mío, profesor de Lengua Castellana, al que le habré consultado muchíííííísimas veces sobre si un determinado "si no" o "sino", va junto o separado.  Por contestar siempre con la misma amabilidad, le prometí realizar algún 'ejercicio práctico' y publicarlo. Si veis algún error, me lo decís. Si no, prueba superada  ;-) 



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