Joy!

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¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Hola!!!!!!!!!!!!!!!!!!

¡Aquí estoy amig@s!. Ya pasé mis exámenes de inglés y retomo mi actividad en el blog. 

He de confesaros que la he echado de menos todos y cada uno de los días desde que lo dejé y que se me ha hecho muuuy largo este tiempo.
Tanto es así que no he podido dejar de asomarme a vuestros blogs, aunque fuese de puntillas, no pudiendo resistirme en alguna ocasión a dejar algún comentario, a felicitaros por los premios recibidos o a agradeceros los que durante esta ausencia me habéis otorgado, y he de decir que esto en particular me ha proporcionado una inmesa alegría.

Y...hablando de alegría, me remontaré a la noche del 5 de enero, noche del Roscón de Reyes en la que suelo salir a cenar con mis amig@s.
Como se decidió NO hacer el juego del "amigo invisible" (y yo no estaba conforme...), tuve una idea que fue comprar en una papelería unos stickers que llevaban incorporados una palabra (en inglés), y metí cada uno en un sobrecito junto a una frase escrita (asociada a cada palabra).

Algunas de ellas eran "Dreams", "Sweet", "Wish", "Love", "Time"...y me 'inventé' que serían las que debían regir el año de cada un@. 

Como la gente me siguió el juego y, ya en el café, una de mis amigas se encargó de repartirlas de forma aleatoria, me metí en el papel de Bruja Lola Campanilla (¿recordáis que ideaba inventos para sus amigos?), y encontré el por qué les había tocado a cada un@ tal o cual palabra. 

Esta fue la que me tocó a mí:

y la frase era: 

"La alegría es la piedra filosofal que todo lo convierte en oro".

Yo, que ni acabé el anterior año ni empecé el presente con mucha alegría que digamos (debido a problemas de salud de un familiar y que a día de hoy todavía me preocupa), pensé "pues vaya acierto el mío...", y no encontré 'mi' porqué. 

Pero creédme, he estado haciendo un atípico y nada habitual en mí "balance de principio de año", y es así como me he dado cuenta de varias cosas:

-Aquella noche, horas más tarde cuando llegué a casa, vi y leí un mail que me emocionó y proporcionó mucha alegría por la complicidad y cariño que me transmitía su remitente, que con toda seguridad leerá esto y se dará por aludid@.

-A aquella alegría he sumado la de superar mi prueba de inglés, un reto que me propuse y para el que todo apuntaba una ligera catástrofe por la premura del tiempo del que disponía y el alto nivel exigido (by the way, did you guess my mark? Yes! 8,64!!)

  
-A diario encuentro alegría en muchas cosas y personas, y ahora mismo también por estar aquí de nuevo y, por supuesto, por la consideración que habéis tenido conmigo con vuestra espera y afecto, tanto con vuestros premios como a través de vuestras palabras.

Así que, a pesar de que hay cosas que aunque yo quiera que sucedan, no parece que vayan a pasar y cosas que, aunque yo no quiera que jamás sucedan, inexorablemente ocurrirán, puedo afirmar en este mi primer post del año (guiándome por los objetos con los que indiqué mi resultado de inglés), que hay muchos corazones bonitos por conocer, que los acontecimientos de la vida se suceden como si de fichas de dominó en fila se tratara y, sobre todo, que las alegrías no son tan raras ni tan difíciles de encontrar como los tréboles de cuatro hojas. 
¡Besos a tod@s!