A mí el otoño me pone nostálgica (será la astenia otoñal). De hecho tengo en el caldero de las pociones un texto al respecto que próximamente colgaré. P.D. Escribir esto con esas hojas cayendo es chulísimo.
¡Hola Ro! pues me alegro mucho de haberte causado esa sensación. No es mi estación preferida, pero este año tenía ganas de que llegara por el calor que ha hecho.
Me encanta el otoño!!! Aquí en Asturias se pone todo precioso, estoy deseando ir a coger castañas y a pasear por el bosque oliendo el musgo y escuchando el crujir de las hojas secas. Besos.
"Las hojas no caen, se sueltan.... Siempre me ha parecido espectacular la caída de una hoja. Ahora, sin embargo, me doy cuenta que ninguna hoja “se cae” sino que llegado el escenario del otoño inicia la danza maravillosa del soltarse. Cada hoja que se suelta es una invitación a nuestra predisposición al desprendimiento. Las hojas no caen, se desprenden en un gesto supremo de generosidad y profundo de sabiduría: la hoja que no se aferra a la rama y se lanza al vacío del aire sabe del latido profundo de una vida que está siempre en movimiento y en actitud de renovación. La hoja que se suelta comprende y acepta que el espacio vacío dejado por ella es la matriz generosa que albergará el brote de una nueva hoja. La coreografía de las hojas soltándose y abandonándose a la sinfonía del viento traza un indecible canto de libertad y supone una interpelación constante y contundente para todos y cada uno de los árboles humanos que somos nosotros. Cada hoja al aire que me está susurrando al oído del alma ¡suéltate!, ¡entrégate!, ¡abandónate! y ¡confía!. Cada hoja que se desata queda unida invisible y sutilmente a la brisa de su propia entrega y libertad. Con este gesto la hoja realiza su más impresionante movimiento de creatividad ya que con él está gestando el irrumpir de una próxima primavera. Reconozco y confieso públicamente,ante este público de hojas moviéndose al compás del aire de la mañana,que soy un árbol al que le cuesta soltar muchas de sus hojas. Tengo miedo ante la incertidumbre del nuevo brote. Me siento tan cómodo y seguro con estas hojas predecibles, con estos hábitos perennes, con estas conductas fijadas, con estos pensamientos arraigados, con este entorno ya conocido… Quiero, en este tiempo, sumarme a esa sabiduría, generosidad y belleza de las hojas que “se dejan caer”. Quiero lanzarme a este abismo otoñal que me sumerge en un auténtico espacio de fe,confianza, esplendidez y donación. Sé que cuando soy yo quien se suelta, desde su propia consciencia y libertad,el desprenderse de la rama es mucho menos doloroso y más hermoso. Sólo las hojas que se resisten, que niegan lo obvio, tendrán que ser arrancadas por un viento mucho más agresivo e impetuoso y caerán al suelo por el peso de su propio dolor ". ********************************** "Las hojas no caen, se sueltan"-. Texto original de José María Toro, extraído del libro "La Sabiduría de Vivir"
Este comentario es una aportación de mi amiga Pilar; me lo acaba de enviar diciéndome "para tu página otoñal"...
Te doy tantas veces las gracias como hojas caen. Es un texto precioso y muy significativo.
Sencilla entrada en la que cambiamos de estación, cambiando la ropa ligera por algo más abrigado ,nuestros sentimientos de alegría y sol por otros de nostálgico recuerdo de lo pasado. que nuestras raíces sigan firmes en nuestras certezas mientras mudamos lo que nos sobra, preparándonos para el invierno y poder rebrotar con fuerzas renovadas en esa primavera que se augura esperanzadora. Un beso otoñal
Siempre tienes palabras bonitas y sentidas Francisco, muchas gracias por ellas. Sí, a mí me entra nostalgia pero creo que es más por dejar atrás el verano (por esa alegría y sol que nos da, como bien dices), que por la estación en sí. Ahí está el quid, en lo de mudar lo que nos sobra, ¡ojalá fuera tan sencillo como ese "desprenderse" de las hojas!
Gracias Erika, así es, los tonos del otoño parecen ser los más bonitos, aunque los se la primavera no se quedan atrás. Dentro de nada ahí estamos otra vez ;-) Besos!
Qué chulas las hojas cayendo. Molan un montón!!
ResponderEliminarFeliz entrada otoñal.
Un besote
¡Gracias Kirke! Se nos acabó el verano, pero bueno, cada estación tiene sus cosas bonitas.
EliminarTe mando un beso, ¡hasta pronto!
A mí el otoño me pone nostálgica (será la astenia otoñal). De hecho tengo en el caldero de las pociones un texto al respecto que próximamente colgaré.
EliminarP.D. Escribir esto con esas hojas cayendo es chulísimo.
A mí también me pone un poco así, y no me acaba de gustar.
EliminarEse caldero es mágico como tu nombre ;-)
Un besazo
Que chula eres Cheli
ResponderEliminarCreo saber quién eres...¡gracias por escribir!
EliminarBesos
Precioso, Chelo. Son de esas cosas que me encantan.
ResponderEliminarSe ve que has vuelto de las vacaciones con ganas.
Gracias Rosa, ¡así es! y da gusto compartir cualquier cosa con vosotr@s.
EliminarUn beso
Me encanta
ResponderEliminarUn abrazo
¡Hola Suni! qué alegría verte aquí, porque siempre tienes detalles en Google+ .
EliminarGracias, ¡un beso!
Me ha encantado ese aprender, fantástico!!!
ResponderEliminar¡Muchísimas gracias Conxita! es lo mejor que le puede pasar al árbol, deshacerse de las hojas viejas, pero seguir siendo fuerte.
Eliminar¡Un beso!
Es precioso, imagen y palabras muy acorde.
ResponderEliminarSoy una nueva seguidora, me gusta tu blogg.
Un abrazo.
¡Bienvenida Rafaela! Nueva estación, nueva seguidora, estoy encantada con ello.
EliminarGracias por tus palabras tan amables, ¡te espero de nuevo!
Besos
Me encanta el otoño. Es mi estación favorita. Entrar aquí y ver caer las hojas ha sido una bonita sensación.
ResponderEliminarBesos.
¡Hola Ro! pues me alegro mucho de haberte causado esa sensación. No es mi estación preferida, pero este año tenía ganas de que llegara por el calor que ha hecho.
Eliminar¡Un beso!
Y no debemos olvidarlo es un seguro de felicidad. Saltos y brincos
ResponderEliminarMe encanta lo que dices, Ester, y no es tan complicado ¿verdad?
EliminarBesos otoñales para ti ;-)
Lo recordaré.
ResponderEliminarSeguro que no te cuesta esfuerzo, que intuyo que eres un árbol fuerte Tracy, ¡un beso!
EliminarMe gusta esa frase para no olvidar.
ResponderEliminarUn beso dulce de seda.
Ojalá tuviéramos la memoria suficiente para recordar tantas y tantas frases... y "aplicárnoslas".
Eliminar¡Muchas gracias por tu comentario María!
¡Besos!
Mi época favorita por la temperatura... la que más odio por tener que estar limpiando hojas de todas partes :)
ResponderEliminar¡Pasa una buena semana! ^^
Yo este año lo agradezco también por la temperatura. En cuanto a las hojas...estas mías las recogeré en unos días.
Eliminar¡Gracias Holden! Pasa buen finde, que ya está asomando la naricita entre tanta hoja ;-)
Besos
Me encanta el otoño!!! Aquí en Asturias se pone todo precioso, estoy deseando ir a coger castañas y a pasear por el bosque oliendo el musgo y escuchando el crujir de las hojas secas.
ResponderEliminarBesos.
Y con Gema, una fan más del otoño. Casi que me va a gustar más tu otoño asturiano que el mío, ¡precioso lo que dices!
EliminarBesos por partida doble y feliz tarde, tú ya me entiendes ;-)
Hola paso hacerte una visita me gusta mucho el otoño con sus colores y con el romanticismo que desprenden. Saludos
ResponderEliminarBienvenida NaNy, y muchas gracias por tu comentario. La verdad es que el otoño también inspira mucho...
Eliminar¡Hasta cuando tú quieras! Besos
¡Hola Nefertiti! Eres muy bienvenida.
ResponderEliminarPues ya sois varias las que preferís el otoño, ¡que lo disfrutes!
Besos y hasta cuando quieras volver
"Las hojas no caen, se sueltan....
ResponderEliminarSiempre me ha parecido espectacular la caída de una hoja.
Ahora, sin embargo, me doy cuenta que ninguna hoja “se cae”
sino que llegado el escenario del otoño inicia la danza maravillosa del soltarse.
Cada hoja que se suelta es una invitación a nuestra predisposición
al desprendimiento.
Las hojas no caen, se desprenden en un gesto supremo de generosidad y profundo de sabiduría:
la hoja que no se aferra a la rama y se lanza al vacío del aire
sabe del latido profundo de una vida que está siempre en movimiento
y en actitud de renovación.
La hoja que se suelta comprende y acepta que el espacio vacío
dejado por ella es la matriz generosa que albergará el brote de una nueva hoja.
La coreografía de las hojas soltándose y abandonándose
a la sinfonía del viento
traza un indecible canto de libertad y supone una interpelación
constante y contundente para todos y cada uno de los árboles humanos que somos nosotros.
Cada hoja al aire que me está susurrando al oído del alma
¡suéltate!, ¡entrégate!, ¡abandónate! y ¡confía!.
Cada hoja que se desata queda unida invisible y sutilmente
a la brisa de su propia entrega y libertad.
Con este gesto la hoja realiza su más impresionante movimiento
de creatividad ya que con él está gestando el irrumpir de una próxima primavera.
Reconozco y confieso públicamente,ante este público de hojas moviéndose al compás del aire de la mañana,que soy un árbol al que le cuesta soltar muchas de sus hojas.
Tengo miedo ante la incertidumbre del nuevo brote.
Me siento tan cómodo y seguro con estas hojas predecibles,
con estos hábitos perennes,
con estas conductas fijadas, con estos pensamientos arraigados,
con este entorno ya conocido…
Quiero, en este tiempo, sumarme a esa sabiduría,
generosidad y belleza de las hojas que “se dejan caer”.
Quiero lanzarme a este abismo otoñal que me sumerge
en un auténtico espacio de fe,confianza, esplendidez y donación.
Sé que cuando soy yo quien se suelta, desde su propia
consciencia y libertad,el desprenderse de la rama es mucho menos doloroso y más hermoso.
Sólo las hojas que se resisten, que niegan lo obvio,
tendrán que ser arrancadas por un viento mucho más
agresivo e impetuoso y caerán al suelo por el peso de su propio dolor ".
**********************************
"Las hojas no caen, se sueltan"-.
Texto original de José María Toro, extraído del libro "La Sabiduría de Vivir"
Este comentario es una aportación de mi amiga Pilar; me lo acaba de enviar diciéndome "para tu página otoñal"...
Te doy tantas veces las gracias como hojas caen. Es un texto precioso y muy significativo.
Un abrazo
Sencilla entrada en la que cambiamos de estación, cambiando la ropa ligera por algo más abrigado ,nuestros sentimientos de alegría y sol por otros de nostálgico recuerdo de lo pasado.
ResponderEliminarque nuestras raíces sigan firmes en nuestras certezas mientras mudamos lo que nos sobra, preparándonos para el invierno y poder rebrotar con fuerzas renovadas en esa primavera que se augura esperanzadora.
Un beso otoñal
Siempre tienes palabras bonitas y sentidas Francisco, muchas gracias por ellas. Sí, a mí me entra nostalgia pero creo que es más por dejar atrás el verano (por esa alegría y sol que nos da, como bien dices), que por la estación en sí.
EliminarAhí está el quid, en lo de mudar lo que nos sobra, ¡ojalá fuera tan sencillo como ese "desprenderse" de las hojas!
Besos y feliz sábado!¡y domingo!
que bien!! ya se agradece que haya disminuido ese calor horroroso jeje
ResponderEliminarme encantan las hojitas que caen de tu blog!!!
un besito!!
¡Hola Marta! dí que sí, el fresquito de ahora es genial, y mira que a mí me gusta el calor, pero este año ha sido exagerado.
EliminarMe he quedado quieta mirando las hojas y creo que son relajantes ;-)
Besitos
Yo soy más del veranito pero el otoño tampoco me desagrada.
ResponderEliminarUn saludo!
Entonces eres de las mías ;-) yo adoro el verano, para mí es empezar el verano y como si ya estuviera de vacaciones...
EliminarBesos, ¡feliz finde Bea!
Precioso y positivo pensamiento. Gracias, Chelo :)
ResponderEliminarUn abrazo, que tengas feliz finde!!
Gracias a ti Julia, por venir a mi casa que como ves tengo por barrer ;-)
Eliminar¡Que tengas también un buen finde otoñal!
Otro abrazo para ti
La frase es genial, Chelo.
ResponderEliminarA mi me gusta más la primavera pero he de reconocer que el otoño deja unos colores en el campo preciosos.
Un besazo
Gracias Erika, así es, los tonos del otoño parecen ser los más bonitos, aunque los se la primavera no se quedan atrás.
EliminarDentro de nada ahí estamos otra vez ;-)
Besos!
Guau, me gustó tu post, pero me fascinó tu comentario, vean filosofía de vida.
ResponderEliminarBesanises, Chelo.
Ojalá esa filosofía la tuviéramos siempre presente y, al igual que el árbol, no flaqueáramos.
EliminarGracias Sara, besos y feliz tarde
Hola! Muy buen post! No conocia tu blog, me ha gustado mucho
ResponderEliminarYa te sigo! *-*
Este es el link de mi blog:
http://welcome-to-izzy-world.blogspot.com.es/
Nos leemos!
¡Hola! siento darme cuenta ahora de que tenía este comentario pendiente de responder.
EliminarMuchas gracias por tu visita.
Un beso
Así es Chelo en otoño se caen las hojas a algunos árboles y en primavera vuelven a crecer y el árbol sigue en pie. Un abrazo
ResponderEliminarLos ciclos de la vida, Mamen. No podemos más que aceptarlo, en positivo mejor que en negativo ;-)
EliminarUn beso y gracias por venir a comentar este post.